domingo, 28 de abril de 2019
domingo, 14 de abril de 2019
sábado, 13 de abril de 2019
martes, 9 de abril de 2019
Galletas de cereales (Ricas y con fundamento)
Hoy domingo, dia de cocina y de postres! Aquí va mi receta de galletas de cereales (como siempre fácil y al alcance de cualquier Kendolechón.
Ingredientes:
200 g de muesli (250 g en la receta original)
50 g de pipas de girasol (al verlas en la ecotienda no pude menos q volver a la infancia y cambié 250 gr de Muesli por 200 de muesli más 50 de pipas)
125 g de aceite de coco
125 g de chocolate 70% (100 en la receta original, pero es que yo sin ser Paco soy muy chocolatero...)
70 g de azúcar moreno
50 g de yogur de limón (la receta original yogurt griego)
50 g de nueces
2 huevos
2 limones y tres kumkuats (la receta original 2 limas)
jengibre
Métodos:
En un bol o cazo dejamos licuar al baño María 125 g de aceite de coco. Mientras, en otro bol nos ponemos literalmente manos a la obra. Vertimos 250 gr de muesli (si seguís la receta original) yo como siempre me da por inventar puse 200 de muesli más 50 de pipas de girasol en un bol al cual añadimos 70 g de azúcar moreno y mezclamos todo con las manos.
Separamos 1 yema de un huevo en un vaso, que guardamos para después. Batimos la clara y el otro huevo entero en un plato como si fuéramos a hacer tortilla (ya se sabe q para hacer tortilla se han de romper los huevos...) y lo añadimos al bol del muesli. Seguimos mezclando con las manos el contenido del bol. Añadimos el aceite de coco y seguimos con las manos dale que te pego (es una receta para volver a la infancia e imaginarse embarrándose o jugando con plastelina).
Pasamos por la picadora 50 g de nueces (yo para que no quedaran polvillo las fraccione con las manos) y las añadimos al bol. Rallamos los dos limones y los kumkuats o bien las 2 limas si sois fieles al origen (yo como en casa tengo un limonero y un kumkuatquero...) y acabamos rallando también un trozo de jengibre dentro del bol.
Añadimos a seguir 50 g de yogur (en mi caso de limón para potenciar el gustillo cítrico, pero de nuevo os recuerdo que los cánones indican yogurt griego) y lo mezclamos suavemente con una cuchara de madera (aquí se acabo el manipular).
Amoldamos la masa en moldes redondos (yo como tenía unos de aluminio fueron los que usé pero si tenéis de silicona os será más fácil el extraer las galletas una vez las saquéis del horno), pintamos la superficie de las galletas con la yema que hemos reservado y horneamos a 170º durante 25 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo, sacamos las galletas del horno y las dejamos enfriar.
Preparamos un baño María y deshacemos la barra de chocolate, ánimo que ya casi estamos.
Sacamos las galletas de los moldes y en pintamos una de las caras con el chocolate caliente y a esperar q enfríe para disfrutar de lo lindo!
Ingredientes:
200 g de muesli (250 g en la receta original)
50 g de pipas de girasol (al verlas en la ecotienda no pude menos q volver a la infancia y cambié 250 gr de Muesli por 200 de muesli más 50 de pipas)
125 g de aceite de coco
125 g de chocolate 70% (100 en la receta original, pero es que yo sin ser Paco soy muy chocolatero...)
70 g de azúcar moreno
50 g de yogur de limón (la receta original yogurt griego)
50 g de nueces
2 huevos
2 limones y tres kumkuats (la receta original 2 limas)
jengibre
Métodos:
En un bol o cazo dejamos licuar al baño María 125 g de aceite de coco. Mientras, en otro bol nos ponemos literalmente manos a la obra. Vertimos 250 gr de muesli (si seguís la receta original) yo como siempre me da por inventar puse 200 de muesli más 50 de pipas de girasol en un bol al cual añadimos 70 g de azúcar moreno y mezclamos todo con las manos.
Separamos 1 yema de un huevo en un vaso, que guardamos para después. Batimos la clara y el otro huevo entero en un plato como si fuéramos a hacer tortilla (ya se sabe q para hacer tortilla se han de romper los huevos...) y lo añadimos al bol del muesli. Seguimos mezclando con las manos el contenido del bol. Añadimos el aceite de coco y seguimos con las manos dale que te pego (es una receta para volver a la infancia e imaginarse embarrándose o jugando con plastelina).
Pasamos por la picadora 50 g de nueces (yo para que no quedaran polvillo las fraccione con las manos) y las añadimos al bol. Rallamos los dos limones y los kumkuats o bien las 2 limas si sois fieles al origen (yo como en casa tengo un limonero y un kumkuatquero...) y acabamos rallando también un trozo de jengibre dentro del bol.
Añadimos a seguir 50 g de yogur (en mi caso de limón para potenciar el gustillo cítrico, pero de nuevo os recuerdo que los cánones indican yogurt griego) y lo mezclamos suavemente con una cuchara de madera (aquí se acabo el manipular).
Amoldamos la masa en moldes redondos (yo como tenía unos de aluminio fueron los que usé pero si tenéis de silicona os será más fácil el extraer las galletas una vez las saquéis del horno), pintamos la superficie de las galletas con la yema que hemos reservado y horneamos a 170º durante 25 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo, sacamos las galletas del horno y las dejamos enfriar.
Preparamos un baño María y deshacemos la barra de chocolate, ánimo que ya casi estamos.
Sacamos las galletas de los moldes y en pintamos una de las caras con el chocolate caliente y a esperar q enfríe para disfrutar de lo lindo!
lunes, 8 de abril de 2019
domingo, 7 de abril de 2019
miércoles, 3 de abril de 2019
Malditas opciones o cuento con dos moralejas
Érase una vez en un tiempo lejano que viajaba un viejo buhonero de blanca y bien poblada barba por villas y pueblos convenciendo a los lugareños de sus poderes adivinatorios. En una pequeña villa de la comarca Atroz delante de un grupo de vecinos manifestó su capacidad de adivinar la carta que eligieran del mazo y estos se apostaron una ronda de la mejor cerveza de la bodega del lugar a que no. El anciano bribón tenía la habilidad de colocar la carta que quería para que fuese la elegida y después indicaba a los incautos apostantes que la guardaran cual preciado bien. Cuando ya la tenía guardada, teatralizaba con gestos de mago, diciéndoles a los paisanos que había dos bloques de cartas, uno con los palos de picas y diamantes y en el otro bloque los de tréboles y corazones. Y los vecinos tenían que elegir, como el sabía la carta si elegían el bloque donde estaba la carta decía “como bien indicáis nos quedamos con este bloque” y si elegían el contrario donde no estaba la carta decía “Bueno pues nos quedamos con el bloque que habéis dejado”. Con esta táctica de la “o” iba planteando dilemas entre los palos, entre las cartas, y cuando se establecía el bloque de cinco cartas, haciendo una actuación digna de actor teatral, escribía en un papel la carta que tenían los vecinos. Estos aturdidos al leer el papel y constatar que era su carta le atosigaban para que le dijera su truco, incluso con amenaza de palos sin fin. Tras volver a decir que era magia y viendo que las caras no eran amistosas, dijo que la culpa era de la “o”, cuando tienes que elegir entre una u otra cosa, siempre pierdes porque dejas cosas y no ganas al elegir otras. Y antes de salir corriendo, dijo “la culpa la tiene la O si hubiese elegido la Y. Si eliges la Y (una cosa y otra) no os hubiera pasado esto”. Todavía sigue corriendo a pesar de avanzada edad (lo que hace el andar siempre corriendo…que te mantiene en forma.
Así pues este cuento tiene dos moralejas la de la conjunción-disyunción en la elección y la de las bondades del ejercicio (aunque sean para huir…)