domingo, 31 de mayo de 2020

Cinnamon rolls

¿Quién dijo que la cocina americana no tiene cosas buenas? En un post anterior os hablé de los Mac & Cheese. Un plato que deja a los niños pidiendo más (y también a los adultos). Hoy os cuento otra receta al gusto de pequeños y mayores. Los rollitos de canela que en inglés parecen una cosa más seria “Cinnamon rolls”! Como todas las recetas de la Cocina fácil del Kendolechón es un plato de elaboración bien sencilla y que seguro si lo hacéis una vez vais a repetir!

Material:
200 gr de harina blanca (probablemente con 250 hubiera quedado más manejable la masa pero con 200 quedó de una textura estupenda).
40 gr de azúcar 
2 cucharaditas colmadas de polvos de hornear (esta es la medida q venía en la receta original, como quiera q era poco científica fui rellenando la cucharadita con el contenido de un sobre de “El tigre” y equivale a una cucharadita rasa así que acabé usando 4 sobres de polvos de hornear*).
* no todos los sobres de polvos de hornear llevan la misma cantidad. Calculo que los 4 de “El tigre” equivalen a 1 de levadura química “Royal”
2 botes de yogur griego.(Ojo con el tamaño de los botes, normalmente de 115 - 125 gr de yoghurt si usamos un frasco mayor la masa quedará muy líquida y será poco manejable)
120 gramos de azúcar moreno.
45 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
45 gr  de canela.

Crema de queso glaseada
113 gramos de queso crema tipo Philadelphia (Aprox la mitad de un pote pequeño).
45 gr de mantequilla.
60 gr de jarabe de arce o miel de plama o panela (son aprox unas 6 cucharadas) 

Métodos

Precalentamos el horno a 180ºC y untamos con aceite la bandeja del horno (o una bandeja de pirex o cualquier fuente apta para el horno). 
En un bol mediano mezclamos la harina con el azúcar (blanco) y los polvos de hornear.  A seguir agregamos el yogur natural y mezclamos todos los ingredientes con un tenedor hasta integrar y seguimos con la minipimer.
Enharinamos el mármol y pasamos la masa a éste, y empezamos a amasar hasta lograr una masa de consistencia homogénea y elástica (suele pegarse a las manos, así que si os da repelús usad guantes de goma). Una vez logrado este punto, dejamos tranquila la masa durante unos 5 minutos. 

Tiempo que aprovechamos para mezclar la mantequilla con el azúcar moreno y la canela. Alerta! Mantequilla y margarina tienen diferentes puntos de fusión. Yo usé margarina en la primera ocasión pq no tenía a mano la mantequilla con lo que se derritió antes de lo debido. Aún así quedaron de muerte! Las otras veces ya lo he hecho siempre con mantequilla y la verdad es que será peor para el colesterol pero te da un subidón!

Volvemos de nuevo a la masa a la cual vamos a amasar (valga la redundancia) para acabar dándole forma de rectángulo, lo más regular que podamos. A seguir cubrimos la masa con la mezcla de azúcar, canela y mantequilla, dejando entre ½  y 1 centímetro en uno de los bordes cortos sin cubrir (La receta original sugiere el largo, pero entonces quedan los rollos muy pequeños de diámetro). Otra modificación que hice fue no mezclar directamente la mantequilla con el azúcar moreno y la canela, sino embadurnar con ella la masa (este factor facilita la adherencia posterior de los otros dos ingredientes a la masa y evita desparrames en el horno,


 Mojamos la masa de esa zona con un cepillo o con un dedo bien con agua bien con clara de huevo. Enrollamos como comentaba anteriormente partiendo del lado corto cubierto de relleno, procurando que quede lo más apretado posible. Si os estimáis más tener más rollos pero de menor diámetro seguid la receta original de enrollar por el lado largo del rectángulo

Con un trozo de hilo dental podemos cortar los rollos de tamaño uniforme y disponerlos sobre la bandeja de hierro o fuente preparada. Otras alternativas como las sierras para quesos blandos pueden ser de utilidad, pero tras probar las dos me quedo con el hilo dental. A seguir los dejamos en el horno a 180ºC durante 30 minutos o hasta que los rollos estén cocinados (como siempre cada horno es hijo de su padre y de su madre). Y ya están listos para ser devorados. Veréis como repetís.




SI queréis ser la bomba podéis acabar recubriéndolos con crema de queso glaseada (eso que en inglés queda tan bien: Cream Cheese Frosting). En un recipiente mediano que no sea de metal pues ha de ir al microondas, mezclamos el queso crema con la mantequilla y lo calentamos hasta que la mantequilla esté derretida y el queso crema suave (Suele ser 1 minuto el tiempo necesario más o menos). A continuación con un tenedor integramos ambos ingredientes y añadimmos el jarabe de arce hasta que la mezcla sea homogénea y la vertemos sobre los rollitos de canela. A disfrutar lechoncillos!

sábado, 30 de mayo de 2020

IAIDO demonstration with Japanese sword 5 KATA - Defense, Offense, Sitting, Standing



The five KATA in this video are from three schools of IAIDO.
I chose them to show a variety of moves. 
The name of each school IAIDO and the KATA is below: 
- Tosa Eishinryu Oota ha: Yokogumo, Tora Issoku, Inazuma 
- Mugairyu: Zengo giri
- Houkiryu:   Kissakigaeshi

KAZ KOBAYASHI (Performer, Writer, Choreographer) is an actor, a Japanese sword combat (Ta Te) performer and choreographer (Ta Te- Shi). He has been appearing extensively on stage, TV, films in Japan. Films include, Rurouni Kenshin Part II: Kyoto Inferno (Warner Bros. Pictures, Inc., 2014), Time Scope Hunter (NHK TV series 2011-2013, Movie in 2013). As a Japanese martial artist. He has a black belt of IAI and have been certified in each.

domingo, 24 de mayo de 2020

Hot nurse



Expedientada por llevar sólo ropa interior bajo un Equipo de Protección Individual transparente. Es el caso de una enfermera del Hospital Clínico Regional de Tula, que ha sido denunciada por "incumplimiento de los requisitos de vestimenta médica" según NewsTula, el Dailymail  y el New York Post.


domingo, 17 de mayo de 2020

Almejas a la marinera. Faltará pan!

Las almejas a la marinera es un guiso con mucho sabor a mar además de un famoso plato de la cocina gallega que se ha expandido a toda la península. Un clásico de muchas mesas en las fiestas navideñas y por qué no en cualquier otra época del año. Hay auténticas piezas de literatura describiendo esta receta como  “La Cocina Gallega” de Álvaro Cunqueiro y Araceli Filgueira. Obtengáis la receta de la obtengáis, el toque personal es la clave! La cocina como la kendocrinología, no es una ciencia exacta, y los platos deben cocinarse al gusto de cada uno, como las almejas de este post.

Es muy importante quitar bien la arena que suelen traer las almejas para que no nos importune y estropee el guiso. Los clásicos recomiendan tenerlas unas tres horas antes de cocinarlas en un recipiente grande con agua y sal (50/60 grs por litro de agua) cambiando el agua cada hora. Las almejas en este ambiente “marino” filtran el agua y expulsan la arena. Las que no se abran, floten o estén rotas es mejor tirarlas directamente al cubo de los deshechos.
Material:
1 kg de almejas
1 cebolleta (yo usé cebolla y no quedó mal)
2 dientes de ajo
1 cucharada de harina
1 vaso de vino blanco
1 (ó 2) guindillas
aceite de oliva virgen extra
perejil picado
sal
Métodos:
Pelamos la cebolla y los ajos. Quitamos el centro del ajo para que no repita ni pique.
Troceamos finamente las cebollas (yo la pasé por el rayador pues la cebolla no gusta por casa y con el rallador queda una especie de pastita q tiene el toque de la cebolla, pero no la textura de la misma), los dientes de ajo a rodelas y la guindilla (que yo puse dos enteras, pero si os gusta bien picante tb la troceáis y si no os gusta para nada que piquee, pues ya sabéis, no la pongáis). Si troceáis que sea a fragmentos muy pequeñitos para q no se detecten los ingredientes.
En la sartén a fuego medio vertimos el aceite y añadimos el ajo y la guindilla, a seguir incorporamos las almejas y las mantenemos en la sartén hasta que se abran. Una vez abiertas las retiramos permitiendo que el líquido que han soltado se incorpore a la salsa que vamos elaborando. Añadimos la cebolla. Antes de que cojan color los ajos, agregamos la harina y mezclamos bien hasta que se disuelva y cocinamos durante un par de minutos. A seguir añadimos el vino blanco y le damos un hervor.  Finalmente incorporamos las almejas y las cocinamos con la salsa un par de minutos más removiendo con amor y cuidado. Apagamos el fuego, cubrimos la sartén y esperamos otro par de minutos. Para acabar, espolvoreamos con perejil picado y … ¡a comer!
Un par de consejos finales. Usad un buen vino, el resultado final merece la pena. El orden con el cual se prepara este plato varía en función de donde toméis la receta. Hay gente q hace primero la salsa, que hace al vapor las almejas y luego las agrega, etc. La ventaja de este plato es su sencillez y q lo preparéis como lo preparéis os saldrá de mojar pan! Yo aquí os he descrito tal cual les he preparado

sábado, 9 de mayo de 2020

Brownie de chocolate negro y galletas oreo

Mis golosos y glotones kendolechones, hoy una receta de la cocina fácil del kendolechon que os regalará el espíritu y os llevará al hiperespacio de la glucemia. El brownie de chocolate con galletas oreo. No es un invento fruto de una tarde de aburrimiento sino una receta traída del oeste de la península. Como siempre un sentido tributo a esa luminaria del occidente gastronómico que es mi gurú y guía el chef Eloy.

Material:
150 gr de mantequilla
140 gr de chocolate
10 galletas oreo
cacao en polvo (2 cucharadas)
120 gr de Harina
3 huevos medianos
180 gr de azúcar moreno

Métodos:
Fundimos la mantequilla con el chocolate a fuego medio/bajo (ojo con la temperatura no se os vaya a quemar!). Como el punto de fusión de la mantequilla y el chocolate es bajo lo puse en el 3 de la vitro.

Y vamos removiendo para que se integre bien. Como soy chocolatinadicto puse algo más de chocolate (una piedrecita de la tableta más, mis disculpas al Maestro Eloy y a la receta original). Mientras de funde podemos empezar a batir los huevos con el azúcar en un bol y cuando están bien integrados ambos  agregamos la harina con el cacao (nueva pequeña transgresión como cucharadas es un término un poco inexacto puse 2 colmadas y una al raso) y siempre batiendo.


(Nota: Suelo tamizar siempre la harina y el cacao pues en ocasiones hay piedrecitas en la harina o el cacao si lleva tiempo se endurece, hace pequeñas perlitas y cuesta de deshacer)

Ya tenemos en el bol la masa con los huevos, azúcar, harina y cacao todo integrados, en este punto agregamos el chocolate deshecho con la mantequilla



Seguimos batiendo para que se integre el chocolate con el resto de la masa (de tanto integrar esta receta parece una clase de matemáticas). A seguir, fragmentamos en pequeños pedazos 6 galletas oreo y partimos 4 por la mitad

Incorporamos a la mezcla los trocitos de las 6 galletas y las integramos con cuchara o varilla con movimientos suaves (no con la batidora, que las trituraréis y el pastel pierda parte de su gracia). A seguir se pasa todo el contenido a un molde (como no disponía de un molde antiadherente adhoc usé uno de pírex al que previamente había untado con margarina y acabamos adornando la superficie con las 8 mitades de galleta oreo que teníamos reservadas y de aquí...

... al horno. 180º durante 25 minutos (alerta lechones! como siempre un horno es un horno y cada cual es hijo de su padre y de su madre así que os recomiendo ir vigilando al nasciturus que no se os pase pues se secaría el interior y eso no estropearía el pastel pero le hará perder parte de su gracia y encanto)

Y listos! Ya lo tenemos a término. Lo dejamos enfriar, desmoldamos y servimos. 
El toque final, un cucharón de helado de vainilla! (De nuevo un consejo del magnífico e ilustrísimo Chef Eloy que el Señor guarde muchos años)
Si habéis logrado que el centro quede semiliquido o líquido como un coulant alcanzaréis el éxtasis chocolatero. Este era el primer corte cercano por tanto al molde y la corteza está en su punto crocante y el interior semilíquido pero los cortes interiores el centro esta más líquido y son...brutales!!!!!
A disfrutar lechones que este es fácil y se deja!

Fart battle


He-Gassen (Japanese: 屁合戦, literally: "Fart competitions"), or Houhi-Gassen (放屁合戦, "Farting competitions"), are titles given to a Japanese art scroll, created during the Edo period (1603–1868) by an unknown artist or several unknown artists.

The scroll depicts various scenes with one peculiar characteristic reoccurring throughout the scroll: at least one character is having a bout of flatulence directed against the other characters.  No, you didn't misunderstand that last sentence. The entire scroll is just about folks farting. Farting at other people, farting at animals,  farting into bags and keeping the fart inside; just farting everywhere.

The scroll was found on Naruhodo, but just now, you can find the rest of the fart scroll, in its entirety, on Waseda University's website.