sábado, 26 de septiembre de 2020

Gnoquis crujientes con coles de Bruselas


Lechones, otra receta para triunfar con una comida de fácil elaboración. Tendréis a punto una comida fantástica en 20 minutos, fruto de una mezcla explosiva de ñoquis braseados, coles de Bruselas salteadas con ralladura de limón, hojuelas de pimiento rojo y mantequilla. La clave de esta receta está en cómo cocinar los ñoquis comprados en el super (los finos en tiendas gourmet pero ojo q los frescos no son recomendables). Para preparar estos ñoquis no hace falta hervirlos. Simplemente los doramos en la sartén hasta que estén crujientes y dorados por fuera, y su interior se mantendrá masticable. La textura resultante recuerda a la masa frita. Los ñoquis congelados también funcionarán aquí, pero los que se almacenan en nevera se vuelven crujientes un poco mejor.

 

Material

450gr de coles de Bruselas (como alternativa a los q les desagradan estas crucíferas podéis usar otras tales como el brócoli, coliflor o incluso repollo pero mi consejo es q os atreváis con las coles de Bruselas )

1 limón

Entre ½ y ¼ de taza de aceite de oliva extra virgen

 Sal y pimienta negra

½ cucharadita de hojuelas de pimiento de cayena (yo usé dos pimientos de cayena enteros -longitud aproximada 7 cm - me gusta el picante q le vamos a hacer)

1 paquete (aprox ½ kilo) de ñoquis de patata refrigerados o de nevera (mejor evitar los frescos del día)

6 cucharadas (aprox 120-160 gr) de mantequilla sin sal, cortada en 6 piezas

½ cucharadita de miel (3 ml)(Como alternativa utilicé jarabe de agave y quedaron estupendos) 

Parmesano recién rallado, para servir



Métodos

1.- Cortamos la base de las coles de Bruselas y a seguir las partimos por la mitad.




2.- Con un pelador de verduras, pelamos el limón en tiras gruesas y luego las cortamos primero longitudinalmente y luego a cuadrados. (Obtendremos aproximadamente 1 cucharadas de picada de piel de limón). Hacemos lo propio con los pimientos de Cayena. Los abrimos por la mitad, quitamos las semillas y cortamos longitudinalmente los pimientos primero en bastones y luego en cuadraditos.


3.- En una sartén grande (idealmente de un diámetro entre 30 y 40 cm), calentamos 3-4 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio-alto. Agregamos las coles de Bruselas, sazonamos con 1/2 cucharadita de sal y un poco de pimienta molida, a seguir colocamos las coles de Bruselas en una capa uniforme, con el lado cortado hacia abajo.

4.- Esparcimos la ralladura de limón por encima y dejamos que las coles se cocinen sin molestarlas para nada hasta que estén bien doradas por debajo. Esta operación nos llevará entre 3 y 5 minutos y nos aromatizará la comida y la cocina. 


5.- A seguir agregamos las láminas de cayena, removemos y cocinamos hasta que las coles de Bruselas estén tiernas y crujientes (esto nos llevará de 2 a 3 minutos no más en función de la temperatura -yo puse la vitro a 6.). A seguir, transferimos a un tazón mediano y reservamos.

6.- En la misma sartén, calentamos 1-2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio-alto (de nuevo mantuve la vitro a 6.). Separamos los ñoquis que estén pegados y los agregamos a la sartén. Dejamos que se cocinen con la sartén tapada y ni los miramos hasta que hayan pasado unos 3 minutos (en función de la temperatura de la vitro puede ser más menos un minuto). En este punto ya estarán dorados por un lado. 

7.- Agregamos la mantequilla y la miel (en mi caso jarabe de agave), sazonamos con sal y esparcimos una cantidad generosa de pimienta negra y ahora sí, vamos cocinando removiendo los gnoquis hasta que la mantequilla se haya derretido, los gnoquis/ñoquis dorados, la salsa espumosa y la cocina con olor a nuez (esto es pura poesía fratelli). Poco tiempo nos llevará a lo más 3 minutos, pero lo normal es que con dos ya lo tengáis. 


8.- Ya solo nos falta añadir las coles de Bruselas de nuevo a la sartén para que estén bien calientes cuando las llevemos a la mesa. 


9.- Espolvorear con parmesano rallado y servir.

 

Disfrutaréis de la combinación de sabores, la frescura del limón, el picante de la Cayena, el gnoqui con regusto a mantequilla y miel,… paro porque la saliva me inunda el teclado…

 

A triunfar lechones!

 

Esta receta da para 4 porciones pero de rica q estaba nos la zampamos entera entre dos!

jueves, 24 de septiembre de 2020

Salmón asado glaseado con azúcar morena y salsa teriyaki

Lechones, estamos en la semana del salmón. Tras la receta del salmón USA Style hoy otra aún más fácil para cocinar este suculento pescado. Palabrita del Niño Jesús, en menos de 10 minutos estaréis sentados a la mesa disfrutando de este delicioso y razonablemente saludable plato. Siempre es interesante estudiar y practicar con recetas de este pez ya que a parte de suministro de proteínas nos proporciona también ácidos Omega3 útiles para contrarrestar a esos pequeños anarquistas del organismo que conocemos como los radicales libres, además reduce el colesterol y con ello los riesgos de enfermedades cardiovasculares, entre otras muchas virtudes. Si sois amantes del salmón esta receta de salmón glaseado con azúcar moreno y salsa teriyaki os hará disfrutar de los sentidos y si no lo sois es una ocasión para empezar a amar este pescado, especialmente por el poco esfuerzo que representa cocinarlo.


Material
Aerosol para cocinar

(Alternativauna cucharada de aceite de oliva

3 cucharadas de azúcar morena

1 cucharada de jengibre fresco pelado y rallado

1 cucharada de mostaza Dijon

2 cucharadas de salsa Teriyaki (para sazonar)

Cuatro filetes de salmón 

(usé dos supremas partidas por la mitad)


Métodos

1. Precalentamos el horno con el grill a 300º (o a ¾ de potencia) los 10 minutos previos q dura la preparación del plato

2. Mientras se va calentando el horno preparamos el glaseado: mezclamos el azúcar moreno, el jengibre, la mostaza y la salsa Teriyaki en un tazón pequeño.  Empezamos por la salsa obviamente y seguimos con el resto de elementos uno a uno y removiendo hasta obtener la salsa fluida. Si vemos que queda densa en exceso podemos corregir incorporando más salsa Teriyaki.



3. Cubrimos con papel aluminio una fuente para hornear de tamaño necesario para que se puedan acomodar los filetes de salmón holgadamente y a seguir embadurnamos un paño o papel de cocina con aceite y fregamos con él el papel de aluminio o bien si disponemos de un aerosol de aceite entonces és aún mucho más sencillo, rociamos la superficie del papel de aluminio con él y listos. Así evitamos que se pegue el salmón a la lámina de aluminio.

4.  Colocamos el salmón en la fuente para hornear con la piel en la parte inferior y lo cubrimos con cucharadas del glaseado sobre la parte superior de cada filete.



5. Horneamos a 170-190°C hasta que el salmón glaseado este ligeramente dorado y apenas opaco del centro, esto nos llevará unos 15 minutos (yo suelo poner el horno entre 170 y 180ºC pues me gusta que quede poco hecho). Y están listos para servirse.




Tips & tricks

Para rallar el jengibre es mejor guardarlo en el congelador y cuando está petrificado pasarlo por el rallador, así no se os deshilachará


El mejor corte para hacer este plato son las supremas de la parte central hacia la cabeza del salmón 


Idealmente las supremas han de tener un grosor de entre 3-4 cm en la parte más ancha y 2 cm en la más estrecha


Suelo cortar las supremas por la mitad pues ayuda a montar el plato una vez cocinado pero este paso no es imprescindible


Importante, no se debe voltear el salmón mientras lo horneamos o una vez lo servimos

sábado, 19 de septiembre de 2020

Salmon USA Style

Hoy otra receta fácil de la cocina del Kendolechón. Un salmón made in USA pillado del New York Times, periódico donde a la par de noticias ofrecen recetas golosas (y untosas). Otra receta fácil que os hará triunfar en la cocina. Gustará hasta a los que no les gusta el pescado. Pero como decía Takaeshi,... Al turrón!


Material:


2 filetes de salmón de 150-170 gramos, i(mejor salvaje pero algunos "ecológicos" tampoco están mal, de 2 a 3 cm de grosor

Sal (kosher en el original pero yo ante la falta de una sal hebraica usé sal del Himalaya, Yahvé me perdone)

Pimienta negra molida

2 cucharadas de aceite neutro, como semilla de uva o girasol

2 cucharadas de mantequilla sin sal

1 chile jalapeño mediano, sin semillas y cortado en cubitos finos, aproximadamente 2 cucharadas (o al gusto)

2 cucharadas de una mezcla de albahaca picada, menta y perejil (el original sugería usar cilantro o menta o perejil pero yo valiente los mezcle en magnífica alquimia)

Métodos:


1.- Secamos los filetes de salmón con una toalla absorbente de papel de cocina y los sazonamos por ambos lados con sal y pimienta (o sea lo que viene a ser salpimentar)

2.- Calentamos una sartén lo suficientemente grande o una plancha de cocina a fuego alto. 

3.- Cuando la sartén empieza a estar caliente agregamos el aceite y lo vamos distribuyendo por la plancha girándola repetidamente y cuando el aceite empieza a brillar, depositamos los filetes en la sartén, con la carne hacia abajo, dejamos que se doren durante aproximadamente un minuto, ( nos sirve de guía observar que el salmón empieza a tomar algo de color y se despega fácilmente de la plancha).Yo utilicé una espátula para voltear los filetes sobre el lado de la piel

5.-  A seguir toca bajar el fuego a medio y dejar tranquilo el salmón mientras chisporrotea y empiezan a caramelizarse los bordes inferiores, aproximadamente de 2 a 3 minutos es el tiempo que nos llevará en función de la temperatura de la plancha. (Aproveché este tiempo para prepararme unos pimientos del piquillo para que sirvieran posteriormente de guarnición)

6.- Si sois gente de nervio, que es el caso, podéis hacer como yo que con una espátula fui presionando los filetes durante los primeros 15 segundos después de girar las piezas del salmón para evitar que l piel se encrespe o arrugue por el calor 


7.- A seguir bajamos un pelín el fuego, retiramos los pimientos y agregamos la mantequilla y el jalapeño cortado en cubitos al otro lado de la sartén y mediante el asa la inclinamos discretamente hacia afuera para evitar q la mantequilla contacte en exceso en este momento con el salmón y facilitar que el jalapeño se cocine con la mantequilla. De este modo obtendremos la salsa con la que untaremos el salmón




8.- Ya casi estamos lechones! Procedemos a continuación a rociar el pescado con la fusión de la mantequilla y el jalapeño. 
  

9.- Con la ayuda de una cuchara rociamos el pescado con la mantequilla y el jalapeño. Y mantenemos el movimiento rápido y constante de rociado hasta que nuestro salmón esté completamente dorado y bien cocido, y en este punto seguimos entre 45 a 90 segundos más, dependiendo del grosor del salmón. 
10.- Retiramos los filetes de la sartén, dejando en ella la mayor parte posible de la mantequilla y el aceite.
11.- Y listo para servir, solo nos queda adornar con las hierbas picadas y añadir la guarnición.



Notas al pie: Podéis substituir cualquier hierba aromática por otra. Yo usé albahaca, menta y perejil pero con cilantro seguro q también liga y si la mezcla os distrae usad solo una hierba.
Como no encontré jalapeños utilicé bichos (guindillas monstruosamente grandes) Importante, despepitarlas antes de cortarla a cuadrados en la mantequilla

Y no olvideis que con esta receta os mineralizais y vitaminais! 

viernes, 11 de septiembre de 2020

The Moon on the pentagram (Visual poem)



Photo by CCB
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El Masnou (Barcelona)
2020-09-03;  07:18:11

sábado, 5 de septiembre de 2020

Zarei

 Zarei (座礼significa literalmente “saludar sentado” y es el saludo ceremonial en posición de rodillas. La posición de rodillas más comúnmente usada se denomina Seiza.

 

Seiza implica arrodillarse, estirar los empeines, posar las nalgas sobre los talones y mantener la espalda recta. Para los practicante de cualquier disciplina del Budo es una parte integral y necesaria, común a otras artes japonesas, como la ceremonia del té (Chadō, 茶道), la meditación (Zazen, 坐禅), la caligrafía (Shodō, 書道) o el arreglo floral (Ikebana, 生け花). Seiza (正坐) cuyo significado es "como sentarse correctamente" proviene de la palabra china Jìng zuò (靜坐) “sentado en silencio”. Seiza no es la única posición para estar sentado en el suelo. Podemos distinguir otras más: Kikyo (箕踞) las piernas estiradas, Sonkyo (蹲踞) en cuclillas, Fuza (趺座), con las piernas cruzadas y Kiza (跪坐)con las rodillas dobladas. Podemos calificar Seiza como una variación de Kiza. 

 

Generalmente para hacer seiza primero, bajamos la rodilla izquierda a la altura del talón derecho, procurando que los pies se apoyen sobre la base de los dedos (Jo Sokutei).  Segundo, bajamos la rodilla derecha poniéndola paralela a la izquierda (dedos igual) con una separación de un puño en el caso de los hombres y juntas en el de las mujeres. Tercero, extendemos los pies sobre los empeines (quedando éstos paralelos o en V). Cuarto, bajamos las caderas, posando las nalgas sobre los talones, las palmas de las manos a lo largo de los muslos y los codos naturales y muy próximos al cuerpo. La acción de arrodillarse en Seiza desde una postura de pie se denomina Chakuza (着座). Para levantarnos el proceso se realiza a la inversa:  Primero, elevación de las caderas. Segundo, apoyo de la base de los dedos de ambos pies (Kiza). Tercero, apoyo del pie derecho junto a la rodilla izquierda. Cuarto, elevación del cuerpo y movimiento del pie izquierdo hasta la posición de pie. Nunca sobrepasamos la línea imaginaria que delimitan los dedos de nuestros pies, ni al bajar ni al subir.

 

La forma adecuada del saludo sentado (Zarei o Seizarei 正座礼) dependerá de la situación o de la persona que recibe el saludo. Mientras estemos sentados las manos permanecerán a lo largo de los muslos (jamás sobre las rodillas) o sobre el Hara. El ángulo de la inclinación al saludar, así como la separación de las manos, variará en función de la diferencia de estatus con el interpelado. Las manos deben deslizarse directamente al frente de las rodillas. Si el saludo se realiza con una katana o bokken se denomina Tōrei (刀礼).

 

El hecho de llevar una mano primero o las dos a la vez tiene una explicación marcial, procedente de las épocas donde se combatía con espada (que se portaba en el costado izquierdo). Cuando llevamos primero la mano izquierda, luego la derecha, y recogemos a la inversa es porque se percibe una amenaza o peligro, y se debe de mantener una actitud vigilante (zan shin) en todo momento. El usar la mano derecha como última en avanzar y primera en recoger es para poder usarla para desenvainar la espada. Cuando llevamos las dos manos juntas es porque confiamos plenamente, no percibimos ningún peligro y mostramos nuestro respeto.

 

La posición de las manos en el suelo debe ser con los dedos pulgares e índices tocándose, formando un triángulo entre ellos. Es hacia este triángulo donde llevamos la mirada y la nariz cuando nos inclinamos a saludar. En este momento es importante no llevar el peso sobre las manos, ni elevar las caderas.