domingo, 31 de enero de 2021

Matemáticas divertidas

 Cuál es el volumen de una pizza cuyo radio es "z" y su altura "a"




jueves, 28 de enero de 2021

Curry rojo de lentejas (rojas) con boniatos, espinacas y coco

Esta es una receta que nos transporta a nuestra mocedad en la cual viajábamos con mochila y menos de 1000 € y nos pasábamos un mes entero en Tahilandia, recorriendo el país desde Chiang Mai hasta Pukhet pasando por Ayuttaya, Sukhothai, Bangkok, Krabi, ¡Ko-samui… Oh Tempora Oh Mores! Me salta la lagrimilla al rememorar esos días!

Un plato sencillo y económico pero consistente y sabroso. En este plato vegetariano inspirado en el dal indio, las lentejas se cocinan con una mezcla aromática de especias tailandesas (jengibre fresco, cúrcuma, pasta de curry rojo y chile) y luego se cuecen a fuego lento en leche de coco hasta que estén tiernas. El hecho de dorar los boniatos antes de cocinarlos con las lentejas resalta su dulzura, equilibrando el picante del chile y la pasta de curry, mientras que las espinacas tiernas agregadas justo antes de servir le dan un sabor fresco (pero no adelantemos acontecimientos). Podéis completar la pitanza sirviendo las lentejas sobre arroz blanco al vapor, y si tenéis pita u otro pan plano tostado ya ni os cuento.

 

Material


• 3 cucharadas de aceite de oliva

• ½ kilo de boniatos (aproximadamente 2 medianos), pelados y cortados en cubos de aprox 1,5 cm

• 1 cebolla amarilla mediana, picada (yo la paso por el rallador pues en casa son bien maniáticos con la cebolla y bien ralladita solo deja el sabor y no se encuentran trocitos o fibras)

• 3 cucharadas de pasta de curry rojo tailandés

• 3 dientes de ajo, picados (aproximadamente 1 cucharada)

• 1 pieza (entre 2 y 3 cm) de jengibre fresco, pelado y rallado (aproximadamente 1 cucharada)

• 1 chile rojo, cortado por la mitad, sin semillas ni costillas, luego picado (como no encontré el chile usé un par de guindillas secas a las cuales quité las semillas y corte

• 1 cucharadita de cúrcuma molida

• 1 taza de lentejas rojas, enjuagadas

• 4 tazas (1 litro) de caldo de verduras 

• 2 cucharaditas de sal 

• 1 lata de leche de coco entera

• 1 bolsa  de espinacas tiernas

• ½ lima, exprimida

• Hojas de cilantro fresco, para servir (no tenía así q omití este ingrediente pero sin el el plato también es…BRUTAL!

• Copos de coco tostados sin azúcar, para servir (opcional en la receta original pero obligados en esta ya que le dan un plus de oriente al plato)

 

Métodos


1. En una olla o cazuela, calentamos 2 -3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio-alto (lo que viene a ser echar un chorro de aceite a la cazuela para fritar). Agregamos los boniatos y vamos cocinando, removiendo de tanto en tanto los boniatos, hasta que se doren por completo. Esto nos llevará entre 5 a 7 minutos en función de como de alto hayamos puesto el fuego. Una vez tenemos los cubos dorados los transferimos a una bandeja y reservamos. 

2. Agregamos un poco más de aceite de oliva a la cazuela y ajuste el fuego a medio-bajo. Agregamos la cebolla y seguimos cocinando, removiendo ocasionalmente, hasta que la cebolla se dore y transparente(sobre unos 4 a 6 minutos). A seguir echamos el curry rojo de Tahilandia (recorrí todas las tiendas de alimentación del barrio y felizmente lo encontré en una tienda vegana), el ajo, el jengibre, las guindillas y la cúrcuma y adivinad, seguimos cocinando hasta que esté fragante, aproximadamente 1 minuto. Ni que decir tiene que la cocina se llena de aromas que os harán salivar tanto o más como yo ahora rememorando el momento por no hablar del perro de Paulov de mi amigo Eloy.



3. Ya estamos a punto de agragar las lentejas, el caldo, la sal y los boniatos dorados a la cazuela. Subimos el fuego a alto y esperamos a que hierva. Bajamos en este punto el fuego y seguimos ahora a fuego lento, sin tapar, removiendo ocasionalmente, hasta que las lentejas estén tiernas (contad unos 20 ó 25 minutos).



4. Es el momento de incluir la leche de coco en la cazuela y seguimos a fuego lento, removiendo ocasionalmente, hasta que el líquido se reduzca y las lentejas estén cremosas y se deshagan (15 - 20 minutos).



5. Agregamos las espinacas y removemos hasta que se ablanden (de 2 a 3 minutos). Retiramos del fuego, echamos el zumo de la lima y sazonamos con sal y pimienta al gusto.




6. Ya solo queda servir y adornar: Rellenamos en tazones poco profundos o. platos de sopa y cubrimos con las láminas de coco (y si queréis le echáis el cilantro, up to you!).


Lechones a devorar! Veréis como repetís más de una vez!

 

domingo, 24 de enero de 2021

Pollo al vino y cúrcuma aderezado con aceitunas trituradas

La cúrcuma es una especia que aparece y se utiliza en las recetas de cocina de todo el mundo, pero sobre todo en la gastronomía hindú. Sin embargo, también se utiliza como planta medicinal ya que son muchos los estudios han demostrado que algunos de sus componentes, como la curcumina y los curcumoides, producen muchos e intangibles beneficios a nuestro organismo.

Entre las propiedades de la cúrcuma que se conocen destaca su acción antiinflamatoria, analgésica, antioxidante, anticancerígena, antiviral (alerta pandemia aviso a navegantes), antifúngica y antibacteriana, por lo que esta planta se ha hecho muy popular y hay quienes recomiendan tomarla diariamente, pues sirve para prevenir multitud de enfermedades. Pero además y a lo que vamos, le da un toque diferencial (y saludable) a nuestra cocina

Este es un plato de pollo al horno un pelín picante de sabor y teñido de cúrcuma. Tirad partido al máximo de los trozos dulzones que quedan fijados en la bandeja y que podéis desglasar con un poco ajo fresco, aceitunas saladas y una pizca de agua y vino para obtener una deliciosa salsa. Pensad en salsa preparada en una sartén, pero hecha en el horno. Para mojar pan garantizado! 

Material

1.-   1 Pollo (mejor de corral, de esos que pueden ver el sol algún día en su corta vida) que cortaremos a octavos conservando hueso y piel 
2.-    1 cucharadita de cúrcuma molida 
3.-    6 cucharadas de aceite de oliva ( o más en función de necesidades y tamaño de la cuchara)
4.-    Sal y pimienta negra
5.-    ½ taza de vi ranci (vino rancio) 
      (en la receta original: vinagre de vino blanco) 
6.-   1 ½ taza de aceitunas verdes sevillanas, trituradas y sin hueso.       (mejor comprarlas ya sin hueso que a mi me tuvo entretenido repelar los huesos de las aceitunas) 
7.-   2 dientes de ajo finamente rallados 
8.-    1 taza de perejil (hojas tiernas y tallos) picado
 


Metodos

1. Calentamos el horno a 220-230 grados. Colocamos el pollo en una bandeja para hornear con borde, sazonamos con sal y pimienta y lo cubrimos con una salsa que hemos preparado previamente con la cúrcuma y 2 cucharadas de aceite de oliva. Importante: Aseguraros que poner el pollo con la piel hacia arriba, luego bañamos la gallinácea y alrededores con el vino rancio (o vinagre si queréis ser fieles al original, pero a mi me pareció más sabroso el vino q el vinagre y por estas tierras usamos bastante el vi ranci para cocinar) y lo ponemos a hornear. 

2. Horneamos el pollo, sin voltearlo, hasta que esté bien cocido y completamente dorado, esto nos llevará entre 25 - 30 minutos.

3. Mientras tanto, combine las aceitunas, el ajo, el perejil, las 4 cucharadas restantes de aceite de oliva y 2 cucharadas de agua (yo añadí un chorrito adicional de vino para seguir siendo transgresor) en un tazón pequeño; Condimentamps con sal y pimienta. 

4. Una vez tenemos el ave bien cocida, retiramos la bandeja para hornear del horno y transferimos el pollo a una fuente grande para servir, dejando atrás los jugos y trozos pegados a la bandeja. 


5. Importante: Aseguraros que la bandeja para hornear esté sobre una superficie resistente (la vitro, una encimera, un soporte), a seguir vertimos la mezcla de aceitunas en la bandeja y con una espátula o cuchara de madera, raspamos suavemente todos los trozos que dejó el pollo, dejando que la mezcla de aceitunas se mezcle con la grasa extraída y se vuelva cada vez más picante. 



6. Guardamos la salsa fruto de esta mezcla en una salsera y regamos el pollo con ella antes de servir.

 

Lechones a disfrutar con este pollo y a mojar pan

 

sábado, 23 de enero de 2021

viernes, 15 de enero de 2021

Crema de puerros, chirivías y cúrcuma

Esta sopa (o crema si la hacemos más densa) tiene una especie de encanto silencioso. Batiendo todos los elementos hasta que estén cremosos con la minipimer (o una licuadora) obtenemos un matrimonio feliz de puerros sedosos y chirivías terrosas. Puede recordar a la sopa de puerro y patata, pero con más profundidad de carácter. Saltear los puerros y las chirivías muy lentamente, para concentrar el sabor antes de añadir el líquido, es la clave del éxito. Lechones animaos que esta es otra receta fácil de la cocina del kendolechón.

Material

3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen

3 puerros grandes, cortados en trozos de aprox 1 cm 

4 chirivías medianas, peladas y cortadas en trozos de aproximadamente 1 cm

2 cucharaditas de sal (o menos o más en función del gusto de cada uno)

1 pizca de pimienta negra

1 hoja de laurel

1 cucharadita de cúrcuma molida

4 dientes de ajo picados

1 litro caldo de verduras (alternativas: agua o caldo de pollo)

 Aceite de oliva virgen extra, crème fraîche o yogur, aceto balsámico para decorar (opcional)



Métodos


 Echamos el aceite de oliva en una olla o cazuela de fondo grueso a fuego medio-alto (la vitro a 7-8). Agregamos los puerros y las chirivías, y removemos para cubrir y embadurnar de aceite las verduras. Agregamos a continuación las 2 cucharaditas de sal y pimentamos al gusto.


2.     Dejamos que las verduras chisporroteen y se cocinen, vamos revolviendo con frecuencia hasta que estén casi caramelizadas, pero sin dorar, hasta que se ablanden (esto nos llevará de 10 a 15 minutos).

3.     Agregamos la hoja de laurel, la cúrcuma y el ajo, y removemos de nuevo para mezclar y embadurnar todo. Aumentamos el fuego a alto (8-9 en la vitro), agregamos el caldo de verduras (o agua) y dejamos que hierva. En este punto reducimos el fuego a fuego lento (3-4 en la vitro) y cocinamos por 10 minutos más. Probamos el caldo y ajustamos a sazón.



4.     Con la minipimer, hacemos puré hasta obtener una consistencia cremosa. Si preferimos sopa, diluimos con agua o caldo, si es necesario; y nos quedará como un batido poco espeso ( yo personalmente no lo hice pues como crema los sabores son más intensos)



5.     Calentamos la crema antes de servir (podemos guardarla varios días en el frigorífico). 

6.     La servimos bien sola o bien añadimos al plato un top (yo usé vinagre balsámico, pero podéis usar un chorrito de aceite de oliva extra virgen o una cucharada de crema fresca o yogur).