miércoles, 17 de agosto de 2022

Kimchi Carbonara

 Kim      qué???? Kimchi! El kimchi es el alimento de Corea por definición, algo así como la paella en Valencia o el cochinillo en Castilla. Lo comen a todas horas, lo cocinan en familia, e incluso, se organizan festivales y competiciones (https://spanish.korea.net/NewsFocus/HonoraryReporters/view?articleId=166326). 

Se pueden contar más de 160 variedades de kimchi, pero en todo caso, el ingrediente base siempre presente es la col china. Este preparado es un acompañamiento que consiste en vegetales salteados y fermentados revueltos con una pasta picante que contiene chile, ajo, cebollín, jengibre, salsa de pescado y otros más o menos de acuerdo a la variedad. El kimchi al ser un alimento fermentado como el yogur o el queso, es un probiótico y cuenta en su composición microorganismos vivos que interaccionan en nuestro intestino y nos aportan toda una serie de beneficios adicionales al del sabor de degustar esta elaboración culinaria. Entre ellos se cuentan: 

1. Combate la obesidad y ayuda a adelgazar: El kimchi posee una enorme capacidad saciante por lo que es recomendable en dietas concebidas para perder peso.

2. Aporta vitaminas A, B y C

3. Es anticancerígeno: En un estudio del Journal of Medicinal Food, 2014, se demostró que la Weissella cibaria y el Lactobacillus plantarum que se hallan en el Kimchi son capaces de frenar el desarrollo y crecimiento de células tumorales.

4. Favorece la digestión y combate el restreñimiento

5. Tiene propiedades antienvejecimiento al contar con una gran cantidad de antioxidantes 

6. Los probióticos del kimchi también refuerzan el sistema inmune protegiendo de infecciones y enfermedades

7. Es capaz de regular el colesterol gracias a la alicina proveniente del ajo.

Espero haberos convencido de las bondades de este alimento, ahora toca disfrutar de cocinarlo y devorarlo

 Hoy dilectos lechones os paso una receta fusión de la chef Melanie Hye Jin Meyer. (Nota al pie: cualquier parecido con unos fideos carbonara a la italiana es pura coincidencia. Así que obviad indeseables comparaciones)

 

Material

• Sal gruesa

• 250 g de espaguetis gruesos

• 2,5 cucharadas de mantequilla salada

• 1 cebolla pequeña o chalota, picada 

• 6 dientes de ajo medianos, picados 

• 1 cucharada de jengibre picado

• ¼ de taza de vino blanco seco (Chardonnay p.e.)

• 1 cucharadita de pimienta negra

• ½ taza de kimchi de col china (repollo napa) cortado en cubitos

• ¼ taza de jugo de kimchi (ver Tips & Tricks)

• 3 yemas de huevo grandes, a temperatura ambiente

• ½ taza de parmesano rallado, y más para servir

• Espinacas, canónigos, rúcula u otras hierbas de colores  (que lamentablemente hoy no tenia y no pude darle más color al plato)

• Guindillas en hojuelas para espolvorear y si sois de lo más podeis usar Gochugaru (hojuelas de chile rojo coreano)

 


Métodos

1. En una olla grande con agua con sal, cocinamos la pasta según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente. Mejor eso que poner un tiempo. Cada pasta es hija de su padre y de su madre y cada vitro también. Así que ceñiros al tiempo recomendado.  Tip: Antes de escurrir la pasta, reservar (if the flies o más propiamente dicho, just in case) 1 taza de agua de cocción de la pasta.

2. Mientras tanto, en una sartén grande y honda, derretimos la mantequilla a fuego medio, luego agregamos la cebolla y cocinamos revolviendo constantemente, hasta que esté transparente o amarillee, esto nos llevará entre 2  y 3 minutos. Añadimos a seguir el ajo y el jengibre, y cocinamos siempre revolviendo (como me gustan estas recetas de andar trasteando la comida en todo momento), hasta que esté fragante, aproximadamente nos entretendrá 1 minuto más.

3. Desglasamos la sartén agregando el vino blanco y revolviendo para aflojar los pedacitos dorados, y sazonamos con 2 cucharaditas de sal y pimienta. Dejamos hervir a fuego lento hasta que se reduzca ligeramente, aproximadamente  otro minuto.

4. Con amor depositamos el kimchi en la sartén y cocine hasta que el repollo se ablande un poco ( 1- 2 minutos). 

5. Incorporamos la pasta cocida y revolvemos bien para mezclar todos los ingredientes y que la pasta quede bien sazonada.

6. Una vez que la pasta esté incorporada, retiramos la sartén del fuego, agregamos el jugo de kimchi, las yemas de huevo y el queso, y removemos vigorosamente para cubrir la pasta. (Trick: Si la pasta parece seca, agregue un poco de agua de cocción de la pasta reservada). 


7. Dividimos en varios tazones y cubrimos con las “hierbas” par dar más color al plato, y un poco más queso parmesano y una pizca de chile.

 


Trick adicional: Si el kimchi no tiene suficiente jugo, se puede exprimir el kimchi un poco para sacarle algo más de jugo. El kimchi, además, también perderá un poco de jugo después de cortarlo  

lunes, 8 de agosto de 2022

Tarta de Zanahorias (y otros vegetales) con Requesón y Feta

 Las zanahorias son la caña en esta tarta sencilla de realizar, y puedes usarlas como único ingrediente (tal viene en la receta original de Sue Li), pero otros vegetales como los incluidos en la preparación tales cual calabaza y berenjena u otros imaginables como las cebollas, las chirivías, las remolachas o el calabacín o la calabaza funcionan igual de bien y darán un plus de sabores a la tarta. 


Material


• Harina, para estirar la masa

• 1 paquete de hojaldre congelado, descongelado

Nota: para esta receta adquirí masa de hojaldre fresca de supermercado (Buitoni) funciona de maravilla y nos evita comprar congelados, descongelarlos y manipularlos para tener la masa a punto.

• ½ kilo de zanahorias multicolores, lavadas y cortadas a lo largo en trozos de aprox 2-3 mm de grosor (ojo que si no tienes mandolina es difícil a cuchillo pero todo se consigue! Y lo de multicolor por estos pagos es difícil a no ser que tengas una tienda con zanahorias de importación, así que opte por mezclar con otras verduras)

• 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra, y más para servir

• Sal y pimienta negra

• 250 g de queso fresco

• 125 g de queso feta, desmenuzado

• 1 diente de ajo, rallado

• Perejil, ajos tiernos o cebollín fresco picado, para decorar

 

Métodos

 

1. Calentamos el horno a 220 grados. Colocamos la masa de hojaldre en una bandeja para hornear con la base forrada de pergamino. Extendemos la masa de hojaldre y con un cuchillo marcamos ligeramente un borde alrededor del perímetro de la masa de hojaldre de aproximadamente 1cm. IMPORTANTE:  pinchar la masa dentro del borde con un tenedor para evitar que se hinche en el centro (y conviene hacerlo múltiples veces). Horneamos en la rejilla superior hasta que la masa de hojaldre esté ligeramente dorada, aproximadamente 15-20 minutos (estar alerta para no quemar en exceso la masa). La retirarnos del horno y la dejamos enfriar un poco.

2. Mientras precalentamos el horno y empezamos a hornear la masa, cortamos las verduras. A seguir extendemos sobre la rejilla de hornear las zanahorias y resto de verduras ya cortadas y las pincelamos con 1 cucharada de aceite y sazonamos con sal y pimienta. OJO: las colocamos en una sola capa sobre una bandeja para hornear. Asamos las zanahorias y calabazas (o la verdura que hayamos puesto) en la rejilla inferior (debajo de la masa de hojaldre) hasta que los bordes estén dorados y las zanahorias aún estén tiernas, pero empiecen a estar crujientes, esto nos llevará de 15 a 20 minutos.

3. Adicional: como soy fan de las berenjenas puse una a asar en la base del horno. Las berenjenas tienen más agua que las zanahorias y podría estropear el asado de estas

4. Mientras el hojaldre y las zanahorias están en el horno, preparamos la capa intermedia de la tarta que le dará cremosidad a la misma. Mezclamos el requesón, el queso feta y el ajo y le damos a la minipimer hasta que quede una pasta suave que podemos condimentar con sal y pimienta.

5. Ya casi estamos dilectos lechones culinarios! Un poco más y a disfrutar. A seguir cuando tenemos el hojaldre y las verduras a punto y ya fuera del horno, extendemos la mezcla de queso sobre la masa de hojaldre hasta los bordes 

y colocamos nuestras verduras en una sola capa encima. Horneamos hasta que las verduras estén tiernas y los bordes de la mezcla de queso estén dorados, esto no ha de llevar más de 15 a 20 minutos adicionales.

6. Una vez horneada definitivamente la tarta, si pretendéis incluir la berenjena como yo la ponemos al final para evitar que el exceso de agua de la misma nos agüe la base de la tarta.


7. Chorrito de aceite de oliva y espolvoreamos con el ajo tierno u otras hierbas frescas antes de servir. 


A disfrutar lechones!


TIPS & TRICKS

 

El punto es cocinar las verduras antes de ponerlas en la tarta, ya que la humedad que sueltan al hornearlas crudas empapara el hojaldre y evitara que suba. 

 

Ingredientes alternativos para dar más sabor: rúcula, rábano, guisantes, cebolla caramelizada, pimientos, champiñones,… lo que os pase por la cabeza. En un momento incluso pensé en añadirle anchoas que quereis!

 

Una vez sacamos la tarta definitiva del horno, conviene dejar que se enfríe durante 10 minutos antes de cortar para permitir que el queso se endurezca un poco. 

 

La tarta se puede servir templada, o a temperatura ambiente (la probé al día de hacerla y acabé con los restos de ella al día siguiente y estaba igual de rica)