Desde mi cielo vienes a saludarme
lluvia que bañas mi rostro.
Me quito el sombrero para sentirte,
para sentirme vivo.
Árboles que crecen en las calles
de mi ciudad, y los rudios de los vehiculos.
Sintiendo mi sequía interna, bañas
mis accidentes, mi yo externo,
mi yo interno.
Y con ese gris que el horizonte oscurece
de mi propio destino, en mis creencias me hundes.
Amor, he de partir.
Salgo de tus brazos a destinos por descubrir
donde me esperan nuevos lazos,
pues ni hombres, ni dioses ni demonios
encuentran la libertad
si no son esclavos de los afectos o ilusiones
compañeros imprescindibles del viaje.
Kendopitecus. Barcelona 28 enero 2010
Que bello...
ResponderEliminarLindo, lindo kendopitecus
besos
os versos provocam sensaçoes que contam histórias
ResponderEliminarmuito muito belo
um beijo
Saludos, que bien escribís y que envidia me dais, el trabajo que tengo yo para escribir mi blog y que se me entienda... Wahahaha!!!
ResponderEliminarBellas palabras nos dejas.
Kendolechón no te hagas de menos, tus palabras atraen y mucho.
ResponderEliminar:D