Llegué como de costumbre una media hora antes y me encuentro con los colegas ya en el Dojo. Rápido me cambio y entro justo cuando el Sensei empieza las katas. Mientras el rey lechón q para eso es el rey lechón le toca el Sempai para él solito, Navarro, servidora y un nuevo lechón hemos de rotar entre los tres. Suerte q va viniendo gente y al final cada oveja con su pareja. Repasamos todas las katas (hasta las de kodachi) Lástima q los lechones viniéramos desarmados a esa batalla.
Luego gi-geiko. Hice cola para entrenar con el Sensei. La espera valió la pena. Estuve cómodo y hasta me entró un buen kote. Luego practiqué con Baena y si habéis leido el post de Kendolechón casi le amputo ambas piernas. Me hubiera hecho el seppuko allí mismo. Un cruce de shinais con Navarro y Kendolechón y un punto con Óscar me llevaron a la ducha. Mañana sábado talvez me encuentre con algún otro adicto al kendo en la Escuela Industrial. Un saludo lechones que es tarde y me llama la cama a gritos.
Haga noninoni... que se lo merece.
ResponderEliminar;)
;)
ResponderEliminarSi, si, lo mío en vez de kata fué kataclismo.
ResponderEliminarSaludoos.