martes, 22 de junio de 2010
Clase de vino y rosas
Tomo el título de la genial película de Blake Edwards. Hoy he entrenado más pallá que pacá. Joer los años se notan! Antes cruzaba el Atlántico y eso del jetlack sonaba a chino. Ahora quien esta amarillo como un idem soy yo. Ni los mens del bueno de Kendkido ni los de Kend-ito me han traído a este mundo. Algo de mi aún está en tierras mexicanas o por las Azores. A ver si mañana ya sincronizo mis relojes biológicos por qué este medio día en una reunión de trabajo se me cerraban los ojos y casi me parto la frente con la mesa (Y sólo éramos seis! así q se notó lo que no está escrito). La clase la pasamos practicando base e intentando seguir las lecciones del Sensei. Últimamente está muy didáctico y comenta mucho durante la clase. Luego un poco de gi-geiko. A seguir practiqué con el sempai Óscar a quien he de agradecerle sus esfuerzos docentes con este lechón lento e inseguro y de pocas ideas y la mayoría confusas. He de esforzarme en relajarme mucho más. Me lo comentó al acabar y tiene razón. Cuando ensayamos sin bogu mantenemos el kamae y la postura bien, cuando nos enfudamos el bogu empieza la descoordinación. He de concentrarme en corregir estos defectos para que no se hagan compañeros de viaje permanentes. Tras los consejos de Óscar practicamos los tres lechones presentes para el examen (Men, Kote-Men, Kirikaeshi, gi-geiko). Al final estaba agotado. Espero este sábado practicar un poco más para el examen si estoy en Barcelona pues este jueves es la festividad de San Juan y no habrá Kendo. Saludines
Dilecto Maestro; porque me dijistes que estabas cansado, ya que ni me di cuenta de ello. Menudo entreno hicimos los tres. Me encantó.
ResponderEliminarHum, cabezazos en la reunion... Sería algo aburridilla, no? Propón combates de kendo en las reuniones para hacerlas más divertidas, wahahaha!!!
ResponderEliminarYa me conocen por un tipo freaky solo falta que aparezca con Bogu en el trabajo!
ResponderEliminar