Suerte que mi mujer no sigue el blog que si no me da hasta en el carnet de identidad. Siempre me he quejado cuando viajamos juntos de que se lleve la plancha en la maleta. Por Dios! con lo que llega a pesar! y para qué? si luego no la usamos... Pues en este viaje me he visto planchándome las camisas. Otra de las gentilezas del servicio de Iberia. La maleta ha llegado hecha unos zorros y el contenido un amasijo. Así que he tenido de pedir una plancha en el hotel y hala, así planchaba así así, así planchaba que yo me vi.
Pero no todo han sido sufrimientos, la otra cara de la moneda de los congresos es la manduca, os incluyo la foto de un huachinango de 3 kilos y medio que nos zampamos entre seis.
Lechones, os dejo que en un parde horas me toca dar otra charla y son las cinco de la mañana. Maldito Jet Lag, apunto.
Hemos venido (los hombres), a este mundo pecador para sufrir los avatares del destino en forma de esposa (yo no estaria tan seguro que no lo lee) y de líneas aéreas. Que le vamos a hacer
ResponderEliminarSuerte que luego podemos ampliar nuestros horizontes estomacales con esos hermosos pescados (y a veces pecados) :-))
Aiiii mestre venerat l'únic pecat q a aquesta provecta edat nostre podem cometre és la gula i això amb greus conseqüències per a la forma i fons físic. Snifff quins tems aquells!
ResponderEliminarMira por donde a tu mujer hoy le ha dado por fisgar en el blog (tendrias que hacer mas caso a KawaYama) asi que ya puedes ir preparando el carnet de identidad y a plancharte tus camisas cuando vuelvas a casa
ResponderEliminarjajajaja alguien va a dormir en el balcón leru leru
ResponderEliminar:(
ResponderEliminarPillao!
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