Hoy ha sido un día de reencuentro con los campañeros del Dojo. Tras casi tres semanas de ausencia entre los congresos de Roma y México DF y una comilona opípara al mediodía con un viejo amigo regada con cerveza abundante y orujo, he regresado al Dojo. Un día con mucha base y 20 minutos finales de gi-geiko. Entre el calor, el orujo y la falta de entreno ha sido agotador. Como en los partidos de fútbol, he acabado pidiendo la hora. Espero estar más "fit" el próximo jueves. Toca hacer bondad. Lo malo es que se aproximan fechas en las cuales uno suele quedar con los viejos amigos para cenas o comilonas pre-vacacionales y eso es duro antes de las clases. En fin que miraramos de estar a todas, o como dice una amiga mía argentina "a full".
Entre los encuentros de hoy merece mención a parte la presencia de nuestro siempre bien amado Rey Lechón. El sempai le ha afeado la actitud por haber dejado de escribir en el blog. Desde estas líneas nos unimos a la protesta! Kendolechón vuelve ya! que hordas de lechones andan sueltas sin guía espiritual y esto acabará en una república popular lechonil.
Vaaaaayaaaa; ha aparesssio el desaparessio.
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