Entreno al principio relajado, calentamiento no muy intenso, sin los ashisabaki de rigor y luego una base también breve, de modo que nos han quedado tres cuartos de hora para el gi-geiko. Me he puesto raudo en la fila del sensei y tras ejercitarse el sempai Fores me toca el turno. Estoy contento por haber dado más de lo que esperaba, pero he acabado para el arrastre. Mucha intensidad (suelo ser más consciente pero esta vez me he desmelenado -los que me conocéis perdonareis la licencia). Al acabar el gi-geiko aún quedaban 30 minutos de clase, pero ya era un alma en pena. Aún así hice varios gi-geikos más, con Francesc, Baena, y un nuevo compañero del dojo, un shodan venido de Japón (muy rápido por cierto). No podía ni arrastrar los pies y el con el escozor que produce el sudor en los ojos le pido al sempai que se desmelena como yo un uchi-komi, pensando que sería lo más oportuno... Error-error-error Vuelta a echar los higadillos. Cansado pero como suele ser en estas ocasiones contento y esperando un nuevo día de entreno. Saludos lechones...
Ah y por hablar de lechones empieza la cuenta atrás para Kend-ito Kawa Yama. En breve un nuevo Dan en la fraternidad.
Exclenete entreno, si señor a paesar de que el Sensei acabó con todo mi fuelle. No se que pasa pero cada vez que me toca con él; al cabo de un minuto estoy hecho unos zorros, la cual cosa no me pasa con el resto (me refiero a nuestro Sempai de frente inmensa, Oscar, Dino, etc.)
ResponderEliminarEs como si me quitara mi "Ki".
En fin solo me falta poder trabajar contigo, escapista. :) El último ji-gaiko 21/03/2012 lo quiero hacer contigo, fale?
Abrazotes.
Dona-ho per fet
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