Mi madre tenía entre diversos frutos secos unas castañas pilongas a las cuales no había quien les metiera el diente. Eran más de martillo que de incisivo, canino o molar. Así que opté por sumergirlas en moscatel. A las 24 horas el aspecto era este después de haberse chupado 20 cm cúbicos de moscatel (2 cm de altura por 10 de anchura del pote no os asustéis). Las he vuelto a cubrir de moscatel y ya os contaré...
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