sábado, 31 de agosto de 2019
viernes, 30 de agosto de 2019
EKC(European Kendo Championships) 2019 Men's team final : France - Serbia
EKC2019 Men’s Team 1st prize : France 2nd prize : Serbia 3rd prize : Poland 3rd prize : Spain
lunes, 19 de agosto de 2019
sábado, 17 de agosto de 2019
The ultimate carrot cake
Albricias Kendolechones gastronómicos! Os paso unas pequeñas modificaciones a la receta del carrot-cake del 7 de agosto que si con la anterior os sacaban a hombros, con esta suenan clarines y fanfarrias a vuestro honor.
1.- Mejor un molde circular de 18 cm que no uno rectangular de 24. El pastel os saldrá más elevado con lo que los cortes serán más fáciles, estéticos y si me apuráis excelsos- Además os facilitará realizar la cobertura con crema pastelera de queso y os quedará mejor y más espectacular. Para muestra un botón:
1.- Mejor un molde circular de 18 cm que no uno rectangular de 24. El pastel os saldrá más elevado con lo que los cortes serán más fáciles, estéticos y si me apuráis excelsos- Además os facilitará realizar la cobertura con crema pastelera de queso y os quedará mejor y más espectacular. Para muestra un botón:
2- En esta ocasión le eché huevos (me refiero a que en lugar de los tres de la receta original le eché 4, más colesterol, más sabor...) (lo siento arterias! pero merece la pena este pequeño incremento del riesgo cardiovascular en beneficio del alma)
3.- En lugar de usar 3/4 de aceite de coco y 1/4 de oliva sustituí este último por aceite de girasol también en proporción de 1/4 mucho más neutro en cuanto a sabor dando así preponderancia al afrutado aceite de coco.
4.- En lugar de los 250 gr de zanahoria utilicé 400 gr brutos que tras lavar y pelar quedarían en 350 gr
5.- Fui generoso con las nueces (no pasarse igual en lugar de 35 le puse 55- 60 gr pero no más
6.- Otro detalle, el tiempo. Cada horno es un mundo. En mis primeras recetas fui fiel al original con 25 minutos de horneado. Resultado pastel jugoso si pero en exceso tanto que daba la impresión de estar crudo. En las siguientes fui ampliando el tiempo a 35 m, mucho mejor. En esta última lo puse 45 minutos y fui probando con el palillo. A partir de 45 minutos en poco tiempo estaba a punto.
Ahora si a disfrutar y triunfar kendolechones!
martes, 13 de agosto de 2019
CAPACITÀ, QUALITÀ, TRASCENDENZA
La traduzione che segue è parte di un testo di Ogawa Chutaro (hanshi, kyudan) in cui discute il processo shugyo (1) di uno dei suoi principali insegnanti, Mochida Seiji (hanshi, judan).
Testo tratto da: https://www.jofukan.com/capacita-qualita-trascendenza/?fbclid=IwAR39bT90UIkCfsqn6s2y6ayjA0iUhk7sPgeojr3uaTXIH15sJcTtPaAmeTw#top
Testo tratto da: https://www.jofukan.com/capacita-qualita-trascendenza/?fbclid=IwAR39bT90UIkCfsqn6s2y6ayjA0iUhk7sPgeojr3uaTXIH15sJcTtPaAmeTw#top
Ogawa sensei intraprende seriamente la sua ricerca nel kendo trasferendosi a Tokyo ed entrando nello Shudogakuin di Takano Sasaburo. Lì incontra Saimura Goro appena arrivato a Tokyo dal Busen, che lo prende sotto la sua ala. Come uno dei preferiti di Saimura, Ogawa avrà occasione di incontrare tutti i più influenti kenshi dell’epoca conducendo lui stesso un’illustre carriera nel kendo.
Studiò non solo sotto Saimura, ma fu anche allievo di Nakayama, Oshima, Sasamori e, naturalmente, Mochida. Come istruttore è conosciuto soprattutto per aver insegnato all’università Kokushikan e alla Keishicho (2).
La ragione per cui Saimura preferì Ogawa fu perchè c’era in lui – come chiunque praticasse allo Shudogakuin a quel tempo – qualcosa di “diverso” in lui.
Ogawa non era particolarmente forte nel kendo, e non dava peso a “vittoria” o “sconfitta”. Aveva invece inteso il Kendo come disciplina spirituale = shugyo (cosa che fece anche Saimura).
Anni dopo Ogawa avrebbe commentato:
Se avessi saputo qualcosa riguardo allo Zen in quel momento sarei diventato un monaco.
Non l’ho fatto, ho perseguito l’autodiscplina sulla Via del kendo. (parafrasato).
Avrebbe poi studiato la scuola di Zen Rinzai, ed è attraverso quella lente che vide il kendo, ed è lì che risiede la sua eredità nel Kendo.
Ogawa suddivide lo shugyo di Mochida in tre fasi distinte.
Fase 1: Volume
Il primo passo consiste semplicemente nel fare un sacco di keiko.
Dovresti fare più keiko di chiunque altro.
In parole povere, chi non lavora duro non otterrà mai il successo.
Tuttavia, la quantità di keiko non è sufficiente. Ovvero: lo sforzo, da solo, non porterà al successo.
Fase 2: Qualità
Dovresti mirare a eseguire tutte le tecniche secondo principi logici, cioè jiri-itchi (tecnica e teoria sono inscindibili).
Pensiamo al kendo com’è oggi. Due persone si affrontano in uno shiai e un ippon viene eseguito. Il colpo dovrebbe essere tale che tutti e tre gli shinpan alzino immediatamente le loro bandiere all’unisono.
Se due shinpan alzano la bandiera rossa e l’altro la bianca, allora non possiamo dire che fosse un vero ippon.
Quindi, quello di cui stiamo parlando è la qualità. Vale a dire: insieme alla quantità di keiko dobbiamo concentrarci sul fare un buon kendo in accordo con una corretta logica.
Fase 3: Trascendenza
Infine, dovremmo mirare a trascendere sia la tecnica che il principio. Questo è ciò che Mochida sensei chiamava Kosei (攻勢, lato aggressivo).
Lentamente e con fermezza fare pressione in avanti contro il tuo avversario. Non ci sono tecniche complicate o mosse improvvise a sorpresa. Continuare a spingere in avanti senza sosta. Usando questo tipo di tattica offensiva l’avversario non ha altra scelta che arretrare, e in quel momento diventa possibile colpire.
Mochida sensei disse:
Ho sconfitto i miei avversari in questo modo.
Mochida sensei ha acquisito questo Kosei perseguendo dapprima sutemi attraverso uno shugyo duro e prolungato, arrivando infine a comprendere se stesso. Dopo essersi risvegliato a questa conoscenza, ha poi raffinato ulteriormente jiri-itchi prima di abbandonare definitivamente il suo ego.
Raggiungendo la piena illuminazione, il mondo è lo stesso * .
È qui che si trova Kosei.
Mochida sensei fu una persona che, dopo molti anni di pratica del kendo, aveva trasceso “vittoria e sconfitta” ed era diventato una persona genuinamente autentica.
* 悟了同末悟(さとりおわらばいまださとらざるにおなじ)
Terminologia zen estremamente complessa: dopo l’illuminazione il mondo non cambia, ma si comprende che il mondo è, ed è sempre stato, come lo vediamo. Essere illuminati, quindi, non cambia molto (se non, forse, la percezione che si ha del mondo).
sábado, 10 de agosto de 2019
miércoles, 7 de agosto de 2019
Bizcocho de zanahoria y nueces
Me encanta la alquimia de la pastelería. De unos polvos, unos líquidos y unos sólidos que en ocasiones por separado dicen poco (o mucho según el cual) al combinarlos y hacerlos reaccionar exotérmicamente obtenemos auténticas perlas gastronómicas. Hoy os cuento como realizar un bizcocho que os hará triunfar y elevar a los altares de la gastronomía familiar. Este no es un bizcocho cualquiera, es el bizcocho de zanahoria y nueces! Añadir vegetales al bizcocho le hace ganar sabor y textura. Mucho más esponjoso y jugoso.
Yo he empleado para este bizcocho en todas las ocasiones que lo he preparado un molde rectangular, pero seguro que con uno circular y una cobertura de glaseado vais a destrozar el aplausoiometro de los comensales. De hecho estoy pensando en esta posibilidad para mi próxima elaboración.
Material:
1 yogur natural (de 125 gr).
Si la cantidad de zanahoria de la cual dispones es insuficiente puedes añadir un poco de calabaza para completar (yo lo he hecho en una ocasión y prevalece el gusto de la zanahoria así q sin miedo ante la adversidad improvisad!
Nota final: (Para golosos irridentos o perfeccionistas culinarios)
Yo he empleado para este bizcocho en todas las ocasiones que lo he preparado un molde rectangular, pero seguro que con uno circular y una cobertura de glaseado vais a destrozar el aplausoiometro de los comensales. De hecho estoy pensando en esta posibilidad para mi próxima elaboración.
Material:
1 yogur natural (de 125 gr).
3 huevos con sus respectivas yemas y claras
Harina (3 medidas de yogur).
Azúcar (yo prefiero el moreno pero puedes aventurarte sin riesgo alguno con el refinado. 2 medidas de yogur).
Aceite de oliva en la receta original (1 medida de yogur).
1 sobre de levadura en polvo (16 gr).
Mantequilla o margarina para untar el molde.
250 gr de zanahoria.
50 gr de nueces ligeramente picadas.
1 cucharada de canela en polvo.
Raspaduras de limón o naranja.
Esta receta tiene la ventaja de que con la medida del yogur podemos ir incorporando los ingredientes y de este modo reducimos enormemente el margen de error con las cantidades.
Esta receta tiene la ventaja de que con la medida del yogur podemos ir incorporando los ingredientes y de este modo reducimos enormemente el margen de error con las cantidades.
Métodos (sencillo y paso a paso):
1.- Lava las zanahorias y rállalas. Reservadas para añadirlas casi al final.
1.- Lava las zanahorias y rállalas. Reservadas para añadirlas casi al final.
3. Precalienta el horno a 180º durante esos pocos minutos que vas a dedicar a elaborar la masa.
4. En un bol grande, añade dos medidas de azúcar y los tres huevos, y bátelos enérgicamente idealmente con una batidora de varillas o en su defecto con una cuchara. Yo utilizo azúcar moreno pero si usas blanco refinado has de blanquear los huevos.
5. Añade el aceite y el yogur, y sigue batiendo para que la mezcla quede homogénea, sin grumos.
nota de autor: En los primeros bizcochos utilicé aceite de oliva virgen pero progresivamente he ido modificando el tipo de aceite. El aceite de oliva virgen da mucho sabor al bizcocho tanto que puede llegar a disfrazar los otros componentes y principalmente la zanahoria. Por ello en las segundas versiones me pasé al refinado de oliva de baja acidez. Este simple cambio mejora el sabor y la textura (desde mi parecer que para gustos los colores). Además el aceite de oliva virgen tiene una mayor densidad y tiende a sedimentarse en el fondo de la masa (se ha de batir muy bien para q quede completamente homogénea). Y ahora estamos en los encuentros en la tercera fase (alegoría a los fans de Spielberg). He empezado a utilizar el aceite de coco en este bizcocho. Inicialmente en una proporción de 3/4 de oliva refinado y 1/4 de coco pues no sabía en que iba a resultar la mezcla. Progresivamente he ido ampliando el porcentaje de aceite de coco y actualmente ando en 3/4 de coco y 1/4 de oliva. Con lo que el bizcocho ha ganado en textura y principalmente en sabor. El aceite de coco (ojo no confundir con el de palma) es un tipo de aceite vegetal. También se le denomina manteca de coco. Se obtiene al prensar la carne de dicho fruto, de tal manera que se logra un líquido que contiene un 90% de ácidos grasos básicamente triglicéridos de cadena media. Unos tipos de ácidos grasos que, consumidos con moderación, tienen grandes propiedades beneficiosas para la salud. Además de ciertos usos cosméticos que realzan la belleza de la piel y el cabello.Al ser tan graso, su proceso de oxidación es bastante lento, por lo que se mantiene a temperatura ambiente hasta una duración de 6 meses sin que se ponga rancio. Además el sabor es mucho más frutal que el aceite de oliva. Para este bizcocho tras probar diferentes tipos de aceite de oliva esta es mi recomendación.
6. Ralla muy finita la piel de medio limón (observad la diferencia de rallador con el de la zanahoria) y añádela. Aquí apenas se ha de notar los fragmentos de la corteza del limón mientras q la zanahoria si q notaremos su textura en el bizcocho.
7. A seguir, colocamos un colador justo encima del bol y ve añadiendo las medidas de levadura y harina, de forma que pasen por el colador. A este proceso, el tamizado, permite que al añadir a la mezcla estos ingredientes secos no se formen grumos ni mazacotes de masa. Termina de mezclarlo todo, y dale a la batidora para que queden perfectamente integrados todos los ingredientes.
8. Incorpora la zanahoria rallada, las nueces y la cucharada de canela en polvo, y remueve suavemente. Yo en este punto prefiero hacerlo manualmente. Me enfundo unos guantes de goma, latex o vinilo y a darle masaje suavemente a la masa agradecida.
9. Ya solo queda untar el molde con la mantequilla o la margarina (yo prefiero la última por económica y también por dentro de los pecados del dulce ser más venial), impregnando la base y las paredes, y finalmente verter la masa en el molde y al horno
10. Coloca la bandeja en el horno, a una altura media, y mantén la temperatura (180º) durante unos 35 minutos. La receta original hablaba de 25 minutos como tiempo mágico pero en mi horno de tan jugoso q prometían las indicaciones quedo crudo el interior. Así que no os engañen, haced la prueba del palillo: pinchad con un palillo el bizcocho, y si sale sin restos pegados, es que está a punto. Apagad el horno (que la electricidad nos cuesta un ojo), sacad el bizcocho y déjalo reposar al menos 10-15 minutos antes de devorarlo, perdón desmoldarlo es que en casa son tan golosos que no da tiempo!
Si queréis que la audiencia os saque a hombros podéis preparar una cobertura glaseada para vuestro bizcocho. Para ello necesitaréis:
Material:
125 gr de mantequilla
250 gr de queso crema tipo Philadelphia
60 gr de azúcar glas
Métodos:
El glaseado es sencillo al alcance de cualquier kendolechón y rápido de elaborar. Primero se ha de batir la mantequilla y el azúcar glas hasta que se obtenga una mezcla esponjosa, pálida y cremosa. A continuación le añadimos el queso y seguimos batiendo hasta que todo quede integrado. La dejamos enfriar en el frigorífico unos 20 minutos antes de extender sobre el bizcocho. Los más valientes podéis abrir el bizcocho por la mitad y distribuir la crema de queso en dos capas o disponer una sola de forma generosa por encima.
Hala a disfrutar y deglutir mis golosos kendolechones!
lunes, 5 de agosto de 2019
Seppuku para dummies
Los motivos para realizar el seppuku (más coloquial «harakiri«) podían ser múltiples e iban desde aplicar la pena de muerte, una alternativa para salvar el honor ante una derrota, evitar que la vergüenza recayese sobre la familia o incluso una forma de protesta. Sin embargo, el seppuku conllevaba una serie de normas que era preciso observar para hacerlo debidamente. A seguir la etiqueta para un suicidio ejemplar.
1. La indumentaria: Solo los samuráis podían hacerse el seppuku, y para un samurái el momento culminante de su vida es, precisamente, el de la muerte. Para morir con el debido decoro, hay que hacerlo ataviado con las mejores galas y debidamente aseado y peinado. En este caso, un kimono de ceremonia (como si nosotros nos fuéramos a suicidar de frac). El color de elección es el blanco.
7. La postura: Sentado en suelo (en seiza) sobre un pequeño estrado o tarima, a la vista de los testigos. Frente a él, al alcance de su mano, se coloca la espada a utilizar en el seppuku. El asistente, por su parte, permanecerá de pie detrás suyo en todo momento, listo para actuar cuando sea necesario. Antes de empezar el sujeto saluda a los testigos con una reverencia. Ante todo, es importante mantener las formas. Una vez concluidas las salutaciones, se despoja de la parte superior del kimono y se queda con el torso al descubierto, para que la hoja penetre más fácilmente en la carne.
8.El corte: La palabra «seppuku», igual que su sinónimo vulgar «harakiri», significa «rajar el abdomen» en japonés. Y eso es es exactamente lo que hay que hacer. Se coge la espada y se clava en el bajo vientre; una vez hundida la punta en la barriga, se tira de la hoja para rasgar la carne. Para hacer más fuerza, es recomendable asirla con ambas manos. Lo habitual es cortar en sentido horizontal, de izquierda a derecha. Cuanto más largo y profundo sea el corte, mejor. Si quedan agallas, se puede dar un segundo corte, en dirección vertical. A seguir un ejemplo de cortes
10. Recogida y cierre: Una vez finalizado el seppuku con el individuo eviscerado y decapitado, se procede a retirar el cadáver y limpiar. Un criado recoge la cabeza y se la presenta a los testigos, con lo que se da por concluida la ceremonia.
sábado, 3 de agosto de 2019
keep your weapons in order
By keeping your weapons in order, your enemy will be subjugated. Nagarjuna
Nagarjuna tells us that if we keep our weapons in order, our enemies will be controlled. As a modern warrior, you do not walk around carrying weapons, unless you have a specific job that requires that you do so, such as a police officer or a soldier, or you have a concealed weapons license.
The main weapons of today’s warrior are his martial arts skill and his wit. You must keep your weapons in order. This means that you must continue to train, and train seriously. Your weapons will do you no good if they aren’t ready for you to use when you need them. When the time comes that you need your weapons, they must be ready.
If your weapons are not kept up, they will deteriorate. You must maintain your weapons and make sure that they are in good working order when and if you ever need to use them. You cannot just obtain a good weapon, learn to use it, put it on a shelf for 10 years and expect to reach for it and use it like an expert when you need it.
Keep your weapons in order. It is a continual process to keep your martial arts skills sharp. Don’t get lazy. Don’t leave your weapons on the shelf to deteriorate and become useless. You may have once been a great marksman, but if you haven’t touched your pistol in 15 years, your marksmanship will not be as sharp as it once was. The same principle applies to your martial arts, as it does with everything else in your life – use it or lose it.
jueves, 1 de agosto de 2019
Las pechugas de Mercedes
No os llevéis a error dilectos kendolechones, este post va de cocina que no de otros temas. Mercedes, una buena amiga, me pidió que le pasase esta receta, así que a ella (y mi siempre presente gurú gastronómico el Chef Eloy) le debéis esta receta.
Como todas las de la cocina fácil del Kendolechón es una receta de elaboración sencilla al alcance de cualquier manazas culinario y de éxito asegurado. Os he de decir q soy más de muslo pues siempre he encontrado las pechugas del pollo demasiado "eixutes" (secas, literalmente enjutas) pero con esta elaboración aunque seáis de los míos disfrutareis de la pechuga
5 cucharadas grandes de miel
El zumo de 2-3 limones
Sal y pimienta molida
Como todas las de la cocina fácil del Kendolechón es una receta de elaboración sencilla al alcance de cualquier manazas culinario y de éxito asegurado. Os he de decir q soy más de muslo pues siempre he encontrado las pechugas del pollo demasiado "eixutes" (secas, literalmente enjutas) pero con esta elaboración aunque seáis de los míos disfrutareis de la pechuga
Material
4 pechugas de pollo
1 frasco entero de mostaza antigua (el pequeño de 260 gr)
Métodos
Este es un plato que se prepara en tres fases
Fase 1: Lo primero que debemos realizar es preparar la marinada para dejar el pollo allí inmerso durante la noche previa y reposando en el frigorífico. Para este menester exprimiremos a conciencia cuales inspectores de hacienda con un autónomo a dos limones para extraerles todo el jugo (como usé limones de mi jardín y tienen una gruesa capa de tejido subcutáneo utilicé 3 y medio). A esta base incorporado hasta cinco cucharadas soperas de miel bien colmadas (placer goloso), el frasco de mostaza a la antigua (en grano) y dos cucharaditas de café de sal (Eloy incorpora pimienta, pero como yo puse mucha más mostaza omití esta especia). Ahora a remover bien todo y con la mezcla a punto incorporamos las pechugas enteras, cubriéndolas por completo con para que se vayan marinando despacio como la canción...
El marinado es una técnica de cocina mediante la cual se coloca un alimento en remojo de un líquido aromático durante un tiempo determinado (desde un día hasta varias semanas), con el objeto de que tras este tiempo sea más tierno o que llegue a estar más aromatizado. Es común en el pescado y seguro q habéis comido escabeches y los más osados cebiches.
Fase 2: Una vez las pechugas han pasado la noche en remojo (en mi caso las preparé sobre las ocho de la tarde de la víspera y las cociné a las 14 horas del día siguiente) colocamos las pechugas en una fuente refractaria de horno a la cual previamente hemos echado parte del mejunje en el cual se han bañado las pechugas y esparcimos sobre ellas el resto de elixir.
Como acompañamiento a este plato las voces sugieren unos tomates al horno. En este caso lo idóneo es utilizar tomates enteros en conserva sobre los que se puede espolvorear ajo granulado y sal junto con azúcar para que se caramelicen. En nuestro caso; sin embargo, me decanté por unas patatas al horno
La razón, hemos de precalentar el horno a 200ºC durante 10 minutos con fuente de calor arriba y abajo. De este modo aprovecho para que se vayan cocinando las patatas y las tengamos a punto cuando saquemos las pechugas. Al cabo de los 10 minutos, introducimos la fuente con nuestras pechugas (las del pollo por Dios q no somos Aníbal Lechter) y reducimos la temperatura hasta los 180ºC.
Con 20-25 minutos de horneado tendremos las patatas y las pechugas a pedir de boca. Bien sabrosas y jugosas. Nota: En la receta original el tiempo de horneado es menor (unos 18 minutos) pero nuestras pechugas que eran más en número y volumen requirieron más tiempo)
Fase 3: Emplatar y deglutir
Con 20-25 minutos de horneado tendremos las patatas y las pechugas a pedir de boca. Bien sabrosas y jugosas. Nota: En la receta original el tiempo de horneado es menor (unos 18 minutos) pero nuestras pechugas que eran más en número y volumen requirieron más tiempo)
Fase 3: Emplatar y deglutir