miércoles, 7 de agosto de 2019

Bizcocho de zanahoria y nueces

Me encanta la alquimia de la pastelería. De unos polvos, unos líquidos y unos sólidos que en ocasiones por separado dicen poco (o mucho según el cual) al combinarlos y hacerlos reaccionar exotérmicamente obtenemos auténticas perlas gastronómicas. Hoy os cuento como realizar un bizcocho que os hará triunfar y elevar a los altares de la gastronomía familiar. Este no es un bizcocho cualquiera, es el bizcocho de zanahoria y nueces! Añadir vegetales al bizcocho le hace ganar sabor y textura. Mucho más esponjoso y jugoso.
Yo he empleado para este bizcocho en todas las ocasiones que lo he preparado un molde rectangular, pero seguro que con uno circular y una cobertura de glaseado vais a destrozar el aplausoiometro de los comensales. De hecho estoy pensando en esta posibilidad para mi próxima elaboración.

Material: 
1 yogur natural (de 125 gr).
3 huevos con sus respectivas yemas y claras
Harina (3 medidas de yogur).
Azúcar (yo prefiero el moreno pero puedes aventurarte sin riesgo alguno con el refinado. 2 medidas de yogur).
Aceite de oliva en la receta original (1 medida de yogur). 
1 sobre de levadura en polvo (16 gr).
Mantequilla o margarina para untar el molde.
250 gr de zanahoria.
50 gr de nueces ligeramente picadas.
1 cucharada de canela en polvo.
Raspaduras de limón o naranja.
Esta receta tiene la ventaja de que con la medida del yogur podemos ir incorporando los ingredientes y de este modo reducimos enormemente el margen de error con las cantidades.


Métodos (sencillo y paso a paso):
1.- Lava las zanahorias y rállalas. Reservadas para añadirlas casi al final.

Si la cantidad de zanahoria de la cual dispones es insuficiente puedes añadir un poco de calabaza para completar (yo lo he hecho en una ocasión y prevalece el gusto de la zanahoria así q sin miedo ante la adversidad improvisad!





2. Vacía el yogur en un vaso para poder utilizar su recipiente desde el primer momento.
3. Precalienta el horno a 180º durante esos pocos minutos que vas a dedicar a elaborar la masa.
4. En un bol grande, añade dos medidas de azúcar y los tres huevos, y bátelos enérgicamente  idealmente con una batidora de varillas o en su defecto con una cuchara. Yo utilizo azúcar moreno pero si usas blanco refinado has de blanquear los huevos.
5. Añade el aceite y el yogur, y sigue batiendo para que la mezcla quede homogénea, sin grumos. 
nota de autor: En los primeros bizcochos utilicé aceite de oliva virgen pero progresivamente he ido modificando el tipo de aceite. El aceite de oliva virgen da mucho sabor al bizcocho tanto que puede llegar a disfrazar los otros componentes y principalmente la zanahoria. Por ello en las segundas versiones me pasé al refinado de oliva de baja acidez. Este simple cambio mejora el sabor y la textura (desde mi parecer que para gustos los colores). Además el aceite de oliva virgen tiene una mayor densidad y tiende a sedimentarse en el fondo de la masa (se ha de batir muy bien para q quede completamente homogénea). Y ahora estamos en los encuentros en la tercera fase (alegoría a los fans de Spielberg). He empezado a utilizar el aceite de coco en este bizcocho. Inicialmente en una proporción de 3/4 de oliva refinado y 1/4 de coco pues no sabía en que iba a resultar la mezcla. Progresivamente he ido ampliando el porcentaje de aceite de coco y actualmente ando en 3/4 de coco y 1/4 de oliva. Con lo que el bizcocho ha ganado en textura y principalmente en sabor. El aceite de coco (ojo no confundir con el de palma)  es un tipo de aceite vegetal. También se le denomina manteca de coco. Se obtiene al prensar la carne de dicho fruto, de tal manera que se logra un líquido que contiene un 90% de ácidos grasos básicamente triglicéridos de cadena media. Unos tipos de ácidos grasos que, consumidos con moderación, tienen grandes propiedades beneficiosas para la salud. Además de ciertos usos cosméticos que realzan la belleza de la piel y el cabello.Al ser tan graso, su proceso de oxidación es bastante lento, por lo que se mantiene a temperatura ambiente hasta una duración de 6 meses sin que se ponga rancio. Además el sabor es mucho más frutal que el aceite de oliva. Para este bizcocho tras probar diferentes tipos de aceite de oliva esta es mi recomendación.

6. Ralla muy finita la piel de medio limón (observad la diferencia de rallador con el de la zanahoria) y añádela. Aquí apenas se ha de notar los fragmentos de la corteza del limón mientras q la zanahoria si q notaremos su textura en el bizcocho.
7. A seguir, colocamos un colador justo encima del bol y ve añadiendo las medidas de levadura y harina, de forma que pasen por el colador. A este proceso, el tamizado,  permite que al añadir a la mezcla estos ingredientes secos no se formen grumos ni mazacotes de masa. Termina de mezclarlo todo, y dale a la batidora para que queden perfectamente integrados todos los ingredientes.
8. Incorpora la zanahoria rallada, las nueces y la cucharada de canela en polvo, y remueve suavemente. Yo en este punto prefiero hacerlo manualmente. Me enfundo unos guantes de goma, latex o vinilo y a darle masaje suavemente a la masa agradecida.
 
9. Ya solo queda untar el molde con la mantequilla o la margarina (yo prefiero la última por económica y también por dentro de los pecados del dulce ser más venial), impregnando la base y las paredes, y finalmente verter la masa en el molde y al horno
10. Coloca la bandeja en el horno, a una altura media, y mantén la temperatura (180º) durante unos 35 minutos. La receta original hablaba de 25 minutos como tiempo mágico pero en mi horno de tan jugoso q prometían las indicaciones quedo crudo el interior. Así que no os engañen, haced la prueba del palillo: pinchad con un palillo el bizcocho, y si sale sin restos pegados, es que está a punto. Apagad el horno (que la electricidad nos cuesta un ojo), sacad el bizcocho y déjalo reposar al menos 10-15 minutos antes de devorarlo, perdón desmoldarlo es que en casa son tan golosos que no da tiempo!
 Nota final: (Para golosos irridentos o perfeccionistas culinarios)
Si queréis que la audiencia os saque a hombros podéis preparar una cobertura glaseada para vuestro bizcocho. Para ello necesitaréis:
Material:
125 gr de mantequilla
250 gr de queso crema tipo Philadelphia
60 gr de azúcar glas
Métodos:
El glaseado es sencillo al alcance de cualquier kendolechón  y rápido de elaborar. Primero se ha de batir la mantequilla y el azúcar glas hasta que se obtenga una mezcla esponjosa, pálida y cremosa. A continuación le añadimos el queso y seguimos batiendo hasta que todo quede integrado. La dejamos enfriar en el frigorífico unos 20 minutos antes de extender sobre el bizcocho. Los más valientes podéis abrir el bizcocho por la mitad y distribuir la crema de queso en dos capas o disponer una sola de forma generosa por encima. 
Hala a disfrutar y deglutir mis golosos kendolechones!

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