Acabo de regresar de mi penúltimo periplo. BCN-Miami-Lima ida y vuelta en 4 días. Dos de viaje y dos de trabajo. Y luego nos dirán que la vida del futbolista es dura (no t jd). La primera sorpresa me la encuentro nada más llegar:
la maleta desorganizada, las camisas hechas unos zorros (tenía que dar varias charlas en un congreso internacional) y un panfleto de la TSA. Lo más cachondo e irritante del tema es que en el texto puede leerse claramente que no se responsabilizan de los daños que te ocasionen en la maleta para abrirla. Y me pregunto si no les sería más fácil pedir a la gente que se la abriera frente al agente en cuestión? Pues si es por seguridad y encuentran explosivos u otros productos prohibidos qué harán? Buscarme supongo. Pues eso para qué reventar las maletas en la oscuridad de los depósitos cuando pueden pedirte (exigirte) que tu se las abras? Supongo que serán cosas que se entienden desde el imperio único, pero a los vasallos la verdad nos parece que es innecesario este abuso.
Superado el primer susto me pongo a planchar camisas que tengo varias charlas en los dos días que siguen.
Jueves, almuerzo un capuchino (mmmmmm) charla en el congreso y al mediodía comida ligera con una cusqueña (probablemente la mejor cerveza de Perú, al menos la que a mí más me gusta). Vuelta al congreso, más charlas y hasta el viernes que aún hay más. El viernes aprovechando que entre charla y charla tenía 4 horas me escapo para ver un poco de Lima.
Callejear por el casco antiguo y colonial
Visitar el museo del oro
Pasear por la Plaza de Armas
Y visitar el convento de San Francisco, famoso por sus catacumbas y osarios
y también por la cantidad de palomas que pueblan sus muros
Tras esta visita relámpago al centro toca volver corriendo pues a las cinco de la tarde hay otra conferencia que dar. Acabo y a las ocho cena de clausura (son más europeos que los españoles en esto del horario) y antes de media noche a dormir. No por que el avión vaya a convertirse en calabaza si no por que a las 4 pasaran a recogerme para llevarme al aeropuerto. En fin sarna con gusto no pica dicen pero carámba me he de organizar mucho mejor!