1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo (el imperio y la oligarquía)
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada (los oligarcas y los “culitos rosados”).
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. (los 16 años del gobierno neo-liberal).
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
9. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
10. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
El señor que siempre sonrie en el pais de los parados del sur , o el habitante/es de la casa blanca de las barras y estrellas bien lo saben.
ResponderEliminarDetras de esto hay más mucho más, que el control de la masa...callo, callo
Desgraciadamente también lo sabemos nosotros y caemos con tanta frecuencia en sus engaños. Nuestro problema es que pensamos que la gente es buena y quiere el progreso de los demás y no se nos pasa por la cabeza un uso espúreo de la palabra. Yo pondría a todos los políticos a practicar Kendo o Karate para q descubrieran la importancia del respeto a los demás y del progreso compartido.
ResponderEliminarY efectivamente estoy de acuerdo en que detrás de esto hay mucho más. Hemos de detenernos a reflexionar no solo en el por qué si no en el para qué!
Que razón teneis los dos.
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