Para los ratoncillos golosos. Si os gusta el queso y sois dulzones, con esta receta de pastel de queso japonés vais a triunfar. Sólo hacen falta tres ingredientes. La elaboración es extremadamente sencilla y os regalaréis un postre estupendo o una deliciosa merienda (si es que llega a esas horas, yo lo preparé después de comer y dos horas antes de la merienda ya no quedaba ni las migajas)
Material:
tres huevos, 120 gramos de queso crema o de untar tipo Philadelphia (yo usé en su lugar un queso muy cremoso el mascarpone y fue un acierto) y otros 120 gramos de chocolate blanco (usé Nestlé para postres). Estas son las cantidades originales de la receta y sale un pastel pequeño pero como era la primera vez que lo hacía respeté las indicaciones. La próxima vez doblaré las cantidades (palabra, ya que si no, los golosos de casa me dejan sin probar la tarta)
Métodos:
1. Separa las yemas de huevo de las claras.
2. Precalienta el horno a 170 grados.
3. Coloca el chocolate blanco en un cuenco y derrítelo al baño maría. OJO evitar que al hervir el agua salpique. Para obviar este riesgo, yo utilicé un cuenco bastante grande que luego ya me sirvió para completar todo el proceso.
5. Incorpora ahora las yemas de los tres huevos y mezcla todos los ingredientes de nuevo hasta que no se diferencien.
6. Bate las claras que reservaste al principio. Cuando estén a punto de nieve (mucho mejor si tenéis batidora o varillas mágicas yo las monté al método antiguo a base de bíceps y dos tenedores), las incorporaras en la mezcla anterior y remueve.
7. Si dispones de papel de hornear o vegetal forra con él un molde de pastelería, si no otra opción es untar con margarina el molde. Cómo no tenía un molde adecuado utilicé el mismo bol en en que preparé los ingredientes (era de pirex). A seguir bien en el molde si lo tienes o bien con el bol se coloca sobre la a bandeja del horno a la que añadimos agua caliente en la bandeja.
8. Deja el pastel en el horno a 170 grados durante 15 minutos. Pasado ese cuarto de hora, baja la temperatura del horno a 160 grados y déjalo otros 15 minutos. Por último, apaga el horno pero no extraigas el pastel. Déjalo otros 15 minutos más en el interior del horno
9. Ahora sí, puedes sacarlo del horno. Espolvorea con azúcar glass o canela (opcional) y deja que se enfríe.
El resultado final es un pastel de queso de amarillo subido, sabroso y dulce (a pesar de no llevar azúcar el chocolate blanco endulza un montón), de textura muy esponjosa. La receta de tres huevos da para una tarta pequeña para 3-4 personas pero si la hacéis mayor también seguro q daréis cuenta de ella. A disfrutar Kendolechones!!!!
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