Entrañable y encantadora pelicula de la Barcelona de principios de siglo XX, llama la atención el nada despreciable número de bicicletas y resulta curioso el saludo mediante sombrerazos de los chicos jovenes (con curiosa indumentaria) y el descubrimiento como gesto de saludo de muchos hombres.
Mi sello, mi glifo, mi camino
Hace 4 meses
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