Al borde del ataque

Día de lluvia en Barcelona. Quieras que no la meteorología tiene su impacto en la asistencia a clase y alguno de los habituales no ha aparecido. Hoy no ha hecho falta hacer trios en los entrenos. Cada uno con su pareja. La clase ha empezado suave con bokto para el calentamiento y luego repaso de las katas en sitachi tanto las de tachi como las de kodachi. Así que mis pulmones lo han llevado bastante bien hasta que el sensei tras concluir las katas se ha retirado y el sempai ha tomado el mando. Uchi-comi de agárrate y no te menees. Y como esta mañana me la he pasado entre la facultad y el hospital revisando tesis y trasladando ensayos clínicos llenos de polvo acumulado durante años, he estado a punto de tener un ataque de asma. Me faltaba el aire ya antes de empezar la clase por la alergia y con el correr arriba y abajo he llegado a un punto que si busco mis higadillos por el tatami igual los encuentro. Lo bueno de este tipo de clases es que en ocasiones das con un compañero que te da buenos consejos y realmente si vas relajado respiras mejor, lo haces mejor y también te cansas mucho menos. Pero que difícil es ir relajado!!!