Hoy al salir del hospital he ido a comer a un restaurante gallego. Excelente comida y mejor compañía. Entre pulpo y espalda han bajado el albarinho y el orujo. Luego, casi sin tiempo para esparcir la nebulosa etílica prepara la bolsa, carga el bogu, repasa los shinais y a correr al Dojo. Suerte que la clase de hoy ha sido de base y técnicas. Hacía tiempo que no teníamos una clase así. Con el sensei explicándonos como realizar esas técnicas que en ocasiones observamos como las realizan los danes más avezados. Ah maestros Kend-ito y Kendolechón cómo hubiérias disfrutado de la clase de hoy. Suerte que hemos practicado todo el tiempo sin men, por qué si llego a haber de colocármelo no sé como hubiera acabado. En fin lechones, que mañana será otro día y ahora toca trabajar un poco.
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