Día intenso de trabajo. Desde las siete cuando empezó la jornada (tampoco fue problema por que con el jet lack a las 3 ya estaba en pie) hasta las 4 cuando acabó. Luego la comida (y los hay que dicen que en España se come tarde!). Y de regreso al hotel ya de noche (cosas del cambio horario). Ahora toca repasar el trabajo de mañana e intentar superar el cambio horario. No el de invierno si no las 7 horas de diferencia con España. Os dejo otra visión dela ciudad desde mi habitación. Una ciudad tan viva y a la vez oscura.
Ayyyyy como hecho de menos el Kendo! Sin duda me iría bien para recuperar mis biorritmos.
Un cerdo pintor , claro...
Hace 6 años
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