miércoles, 6 de marzo de 2019

Daruma: El amuleto de los propósitos

Los daruma o muñeco daruma (達磨) es uno de los amuletos más típicos y conocidos en Japón. Sin embargo, aunque  seguro que hay muchos extranjeros que los conocen de vista, que han comprado alguno por curiosidad en un viaje a Japón o incluso que se lo ha tatuado, lo cierto es que la mayoría desconoce su significado y lo tiene por algo para adornar o un simple amuleto de la suerte. Pero el daruma es mucho más que eso. Es un amuleto para la motivación.
¿Qué son los daruma?
Normalmente, la mayoría de los amuletos, como pueden ser los omikuji, son simplemente amuletos para la suerte. La gente los compra esperando tener suerte en el amor, el dinero, los estudios, etc. Se espera que simplemente por llevar esos amuletos, la suerte nos sonría. Esto con los daruma no sucede.Como habréis podido observar si alguna vez habéis ido a Japón y los habéis visto en algún puesto para su venta, tienen los dos ojos en blanco. Esto es porque es el propietario del daruma el que debe pintarle su ojo derecho mientras piensa en un deseo o una meta que quiere alcanzar. Una vez se ha cumplido este deseo o se ha alcanzado esta meta, se le pinta el ojo izquierdo. Se dice que como el daruma quiere tener sus dos ojos, te ayudara a poder cumplir tu objetivo.Este concepto de perseverancia y trabajar duro, bastante arraigado en la cultura japonesa, esta también presente en la propia forma del daruma. Gracias a su forma redondeada, el muñeco daruma nunca se cae por más que lo movamos. Siempre vuelve a su posición. Esto simboliza muy bien un proverbio japonés que se suele relacionar con los daruma:七転び八起き
Nanakorobi yaoki
Si te caes siete veces, levántate ocho.
Los muñecos daruma por lo tanto no se limita a motivarte para que te esfuerces día a día, sirven también como un recordatorio o motivación de que aunque las cosas te vayan mal o surjan adversidades, aunque te caigas, si perseveras las cosas acabaran yendo mejor, podrás superar las adversidades, volverás a levantarte.Como explicamos hace poco cuando hablamos del hatsumode o la primera visita al año al templo o santuario, en Japón es tradición quemar los amuletos o omikuji y comprar nuevos para ese año. Eso es porque en Japón se cree que los amuletos tienen un ciclo, y una vez se cumple ese ciclo se deben quemar. En el caso de los darumase dice también que hay que cambiarlos cada año. Sin embargo, con los daruma sólo se queman aquellos que han alcanzado sus metas en una ceremonia llamada Daruma Kuyō.

La historia de los daruma

Los muñecos daruma están diseñados a imagen y semejanza de Bodhidharma, un monje hindú considerado como el fundador del budismo zen. Cuenta la leyenda que Bodhidharma alcanzó la iluminación después de meditar durante 9 años a solas en una cueva. Después de tanto tiempo sin moverse, para cuando finalmente salió de la cueva, se le cayeron los brazos y las piernas por atrofia. Además, se dice que el color rojo del daruma es por las ropas que llevaba el monje durante su meditación.
Originalmente estaban hechos de madera, pero actualmente la mayoría son de papel mache.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario