Esta es una receta que nos transporta a nuestra mocedad en la cual viajábamos con mochila y menos de 1000 € y nos pasábamos un mes entero en Tahilandia, recorriendo el país desde Chiang Mai hasta Pukhet pasando por Ayuttaya, Sukhothai, Bangkok, Krabi, ¡Ko-samui… Oh Tempora Oh Mores! Me salta la lagrimilla al rememorar esos días!
Un plato sencillo y económico pero consistente y sabroso. En este plato vegetariano inspirado en el dal indio, las lentejas se cocinan con una mezcla aromática de especias tailandesas (jengibre fresco, cúrcuma, pasta de curry rojo y chile) y luego se cuecen a fuego lento en leche de coco hasta que estén tiernas. El hecho de dorar los boniatos antes de cocinarlos con las lentejas resalta su dulzura, equilibrando el picante del chile y la pasta de curry, mientras que las espinacas tiernas agregadas justo antes de servir le dan un sabor fresco (pero no adelantemos acontecimientos). Podéis completar la pitanza sirviendo las lentejas sobre arroz blanco al vapor, y si tenéis pita u otro pan plano tostado ya ni os cuento.
Material
• 3 cucharadas de aceite de oliva
• ½ kilo de boniatos (aproximadamente 2 medianos), pelados y cortados en cubos de aprox 1,5 cm
• 1 cebolla amarilla mediana, picada (yo la paso por el rallador pues en casa son bien maniáticos con la cebolla y bien ralladita solo deja el sabor y no se encuentran trocitos o fibras)
• 3 cucharadas de pasta de curry rojo tailandés
• 3 dientes de ajo, picados (aproximadamente 1 cucharada)
• 1 pieza (entre 2 y 3 cm) de jengibre fresco, pelado y rallado (aproximadamente 1 cucharada)
• 1 chile rojo, cortado por la mitad, sin semillas ni costillas, luego picado (como no encontré el chile usé un par de guindillas secas a las cuales quité las semillas y corte
• 1 cucharadita de cúrcuma molida
• 1 taza de lentejas rojas, enjuagadas
• 4 tazas (1 litro) de caldo de verduras
• 2 cucharaditas de sal
• 1 lata de leche de coco entera
• 1 bolsa de espinacas tiernas
• ½ lima, exprimida
• Hojas de cilantro fresco, para servir (no tenía así q omití este ingrediente pero sin el el plato también es…BRUTAL!
• Copos de coco tostados sin azúcar, para servir (opcional en la receta original pero obligados en esta ya que le dan un plus de oriente al plato)
Métodos
2. Agregamos un poco más de aceite de oliva a la cazuela y ajuste el fuego a medio-bajo. Agregamos la cebolla y seguimos cocinando, removiendo ocasionalmente, hasta que la cebolla se dore y transparente(sobre unos 4 a 6 minutos). A seguir echamos el curry rojo de Tahilandia (recorrí todas las tiendas de alimentación del barrio y felizmente lo encontré en una tienda vegana), el ajo, el jengibre, las guindillas y la cúrcuma y adivinad, seguimos cocinando hasta que esté fragante, aproximadamente 1 minuto. Ni que decir tiene que la cocina se llena de aromas que os harán salivar tanto o más como yo ahora rememorando el momento por no hablar del perro de Paulov de mi amigo Eloy.
3. Ya estamos a punto de agragar las lentejas, el caldo, la sal y los boniatos dorados a la cazuela. Subimos el fuego a alto y esperamos a que hierva. Bajamos en este punto el fuego y seguimos ahora a fuego lento, sin tapar, removiendo ocasionalmente, hasta que las lentejas estén tiernas (contad unos 20 ó 25 minutos).
5. Agregamos las espinacas y removemos hasta que se ablanden (de 2 a 3 minutos). Retiramos del fuego, echamos el zumo de la lima y sazonamos con sal y pimienta al gusto.
Lechones a devorar! Veréis como repetís más de una vez!
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