Tras la campana por motivos laborales del pasado jueves, este martes el lechón casi-solitario ha vuelto al ataque. Hoy de la fraternidad solo estaba Juan. El invierno ha castigado a la fraternidad. Bajas, lesiones, trabajo, exámenes,...raro es ya el día que seamos más de tres lechones los que correteamos dando (intentando dar) fumikomis por el tatami. Suerte que los neolechones son preserverantes y una nueva hornada de kendokas se está fraguando en el Dojo. Algunos de aspecto frágil y poco diestros pero tenaces resisten sorprendentemente los avatares del destino otros de más envergadura y tesón ya han tomado el testigo y confiados se asientan en el dojo, y de tanto en tanto aparece un lechón virgen que da sus primeros pasos.
Tras la disgresión, la realidad. Hoy hemos tenido una clase en la cual durante la primera mitad hemos practicado técnicas con el boken. Realmente útil. Transcurrida la misma, nos hemos enfundado el bogu y tras un breve repaso de diversas técnicas (men nuki do, kote nuki men,...) hemos iniciado una serie de gi-geikos libres en los cuales he practicado con varios primeros dan con razonable acierto. Tras ellos inicié un gi-geiko con el sempai que lleva mi mismo corte de pelo y no había empezado éste a darme la del pulpo y a hacerme correr arriba y abajo cuando el sensei organiza un eigin-geiko. Tras unos pocos combates, salto al ruedo y firmo un hiki-wake con un primer dan (un amigo,que me ha tratado bien), luego tras el siguiente gi-geiko vuelvo a salir y un men afortunado me ha permitido marcar el punto frente a otro primer dan, y el siguiente combate ya ha sido el último del día.
He acabado el día contento por como ha ido la clase de hoy y sobre todo por haberme decidido a ir, pues hoy era uno de esos días que tras un viaje al extranjero y la astenia primaveral cualquier excusa era buena para quedarse en casa descansando. Ánimo lechones, que las clases no son lo mismo si no las compartimos!
Un cerdo pintor , claro...
Hace 6 años
eu diria mais, a vida não é a mesma se não a partilhamos!
ResponderEliminarhumm gosto do kendo, não pelo kendo em si mas pelo que ele provoca em ti (que trapalhada de pronomes :)
E eu gosto de ti!
ResponderEliminarbjnhs muitos