Para tener un final feliz, hija mía, esta historia, como la vida, exige un sacrificio. En otras palabras, la desgracia de alguien. No lo olvides nunca: cada felicidad engendra dos desgracias.
Atiq Rahimi, escritor afgano(1968)
Maquetas ultimos trabajos
Hace 3 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario