Un mal resultado no es un fracaso

Hace unos años, uno de mis profesores (mejor usar aquí el término de maestro) siempre nos comentaba en clase que un mal resultado no era un fracaso. Fracaso era no atreverse a intentar hacer las cosas, lo otro, un mal resultado, era simplemente una oportunidad de mejora. Su optimismo en la vida era y es contagioso y el curso que realicé con él fue de las cosas más útiles que he realizado como post-doc.  Estos días no dejo de acordarme de él al conocer los resultados del examen de Danes tras el curso de Takizawa en Madrid, al cual se presentaron varios amigos míos. Kenzo que está hecho un campeón pasó por el gorro (mejor usar aquí por el Men). Está hecho un máquina y nos va a dar "pal pelo" a todos en bien poco tiempo. Fores se presentaba a tercer dan y es tercer dan, La progresión que ha hecho desde que lo conozco es impresionante, el hecho de haberlo visto pasar a segundo dan y ahora a tercero me anima a intentar seguir su ejemplo no ya por lo que significa el avanzar en el grado sino por como ha ido progresando en el conocimiento y dominio del kendo.
Fernando, mi hermano en el kendo, no ha tenido la misma suerte.  Se presentó al examen después de estar cuatro días enfermo pero animado con el reto.  En los entrenamientos previos en nuestro dojo lo veía bien, también los Sempais y el Sensei, así que fue la sorpresa amarga del fin de semana.
Regresando a Barcelona el domingo tras el examen estuvimos hablando, también el martes antes de la clase y entiendo su desánimo. Cuando se tiene la sensación de haberlo hecho bien y cuando tus compañeros así te lo corroboran recibir la noticia que no pasas a las katas hunde los ánimos al más pintado. También el Sensei, antes de empezar la clase, tuvo palabras de ánimo para él.
Llevo días pensando en lo que hablamos desde que regresó tras el examen y me gustaría que hiciera suya la frase de mi antiguo maestro. Un mal resultado no es un fracaso, es una oportunidad de mejora. Ánimo Kawa Yama seguro que habrá una próxima ocasión y en ella lo harás tan bien que no habrá posibilidad que ninguno de los jueces evalúe negativamente tu gi-geiko.