A lo largo de la historia se han producido múltiples y enormes atrocidades asociadas con la religión a pesar que todas ellas enseñan una práctica básica: el amor. El problema es que enseñanza y práctica no siempre van de la mano y en ocasiones el amor se tiñe de celos. Celos por ser los únicos elegidos y de los celos a la duda, de la duda al temor y del temor al odio. Y de este nido surgen disputas y conflictos. Por eso es bueno recordar en estas fechas un mensaje de amor universal.
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