Hoy entre la resaca-depresión de la final de copa y que estamos ya avanzada la Semana Santa, de hecho hoy es jueves santo, a clase hemos asistido 4 y el Sensei. Y cuatro contados, no es una frase hecha. Hemos practicado todas las katas de tachi y kodachi con correcciones de detalles que a veces nos pasan desapercibidos. Uno piensa que sabe las katas, pero en estos momentos es cuando se da cuenta de lo mucho que falta por aprender. Ya no es solo la intensidad, el tener la postura correcta, el mantener la mirada, la distancia,... hay tantos detalles que marcan la diferencia entre una Kata bien hecha y un atropello de Kata. Son clases que no solo te enseñan aspectos que habías pasado por alto hasta el momento, son clases que te permiten darte cuenta de cuanto te queda por aprender y de que a pesar que uno progresa el camino es largo si se quiere hacer bien. Son siete katas de bokken y 3 de kodachi, movimientos en su mayoría sencillos pero por ello mismo hacerlos perfectos es una tarea que puede llevar una vida.
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