Ayer fue un día de katas, éramos pocos en clase así que iniciamos y acabamos el entreno con el tachi y el kodachi. Repasamos todas las katas y entrenamos técnicas. Me acordé de Kend-ito en más de una ocasión. Con él practicamos tantas veces que ya fluía una armonía en nuestros movimientos. Toca reiniciar. No sé si era falta de concentración, de costumbre (últimamente las repasamos poco) o de compañero habitual, el caso es que andé bastante perdico y cometiendo errores que ya tenía superados. Espero andar más fino la próxima ocasión y deseo ver a ese lechón esquivo y doliente corretear de nuevo por el dojo. Saludos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario