martes, 22 de enero de 2013

Testamento


En el Kendo, hasta los 50 años, ha de practicarse y estudiarse la base, aprehenderla e interiorizarla como propia. Generalmente al hablar de la base, muchos piensan que ya lo adquirieron cuando eran principiantes, pero esto es un grave error, por lo que son muchos los que han archivado esa base dentro de su cabeza.
Yo tardé 50 años en aprender la base con mi propio cuerpo.
Yo comencé mi verdadero aprendizaje (syugyou) alcanzados los 50 años, al intentar hacer kendo con el corazón (kokoro).
Cuando se alcanzan los 60 años, las piernas y la cadera comienzan a debilitarse. Quien suple esta debilidad es el corazón. Trabajé para fortalecer aquella debilidad a través del uso del corazón.
Cuando se alcanzan los 70 años, todo el cuerpo se debilita. Entonces comencé a estudiar a mantener el corazón inmóvil. Si el corazón de uno no se altera, el corazón del oponente se refleja sobre nuestro espejo. Trabajé para mantener el corazón silencioso, no dejar que se moviese.
Cuando se alcanzan los 80 años, el corazón ya no se movía. Pero a veces se entrometen pensamientos vanos. Continúo mi aprendizaje para que los pensamientos vanos no se entrometan en mi corazón.
Moriji Mochida (持田 盛二 ) 1885-1974

2 comentarios:

  1. Descendiente de un samurái de la era Sengoku obtuvo la categoría de “seirenshou” a los 26, la de “kyoshi” a los 34 y la de “hanshi” a los 42. En 1929, fue campeón de la categoría de kendo de la I Edición del Campeonato Imperial de Japón, ganando fama y renombre por todo Japón. En el año 1957 le fue otorgado el título de 10º Dan. Rehusó recibir el mismo indicando que era un título que siquiera sus maestros habían tenido, pero debido a la fuerte presión de la AJKF, terminó accediendo y se convirtió en la última persona que lo obtuvo.

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