sábado, 29 de noviembre de 2014

Silencios y culpas

Navegando por la web me he encontrado con este poema de Maiakowsky donde sin decir nada se dice todo y así estamos hoy amordazados y sin voz.
En la primera noche ellos se acercaron
y recogieron una flor de nuestro jardín.
no dijimos nada.
En la segunda noche, no se ocultaron
y pisaron las flores.
Y tampoco dijimos nada.
Luego, mataron a nuestro perro:
no dijimos nada.
Hasta que un día el más débil de ellos entró sólo a nuestra casa,
nos robó la luna y, conociendo nuestro miedo,
nos arrancó la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada,
ahora ya no podemos decir nada.

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