Hoy hemos practicado las katas, hacía mucho tiempo que no las repasábamos en clase. Tras un calentamiento sorpresivamente breve hemos empezado a practicar. Antes de las siete katas con bokken hemos practicado un poco del Kihon wassa. Ha sido divertido pues todos andábanos algo liadillos. Luego las siete katas repasando especialmente las difíciles tercera, sexta y séptima. He estado con Misako y al acabar hemos coincidido. Nos salen mejor cuando no tenemos la presión de que nos están observando. En la escuela industrial las hemos prácticado unas pocas veces y nos salen más fluidas. Hemos de vencer el miedo escénico. Pero repasarlas en clase tiene también su lado positivo, nos han ido corrigiendo nuestros defectos. Yo por ejemplo tengo mucha tendencia a ladear el bokken, a la que me despisto no lo mantengo centrado. Luego gi-geiko libre y a la ducha. Sigo con mis agobios personales pero el kendo es un paréntesis que me permite tener la mente en blanco. ¿Será este el primer paso del camino de la espada?
Amb tots els respectes, no sé si és el començament del camí de l'espasa, però si et serveix de consol jo utilitzo el Dojo entre d'altres motius per aconseguir deixar la ment en blanc, al menys durant un parell d'hores.
ResponderEliminarEncaixades
Y yo igual, si bien llevo 2 semanas sin poder acudir. Gracias a las artes marciales consigues la fuerza interior para afrontar los problemas
ResponderEliminarYo dentro de poco voy a saber cortar un jamón con cuchillo jamonero y al acabar seguir en zanshin.
ResponderEliminarWahahaha!!!!