viernes, 22 de abril de 2011

La campeona y su hermano

Esta mañana, al desayunar escudriñando en un periódico deportivo me he encontrado con esta noticia. Alguna vez he comentado que entre los 10 y 24 años estuve entrenando Judo y nunca ha dejado de interesarme así que cuando veo noticias relacionadas las leo con interés. Hoy me he encontrado con una grata sorpresa. Ana Carrascosa ha ganado la medalla de bronce en los Campeonatos Europeos de Judo en la categoría de menos de 52 kilos. Ana Carrascosa a parte de tener un extenso currículum como judoca, destaca el campeonato continental en 2008 y bronce en 2009, es hermana de una de las personas que en mis primeros días de práctica de Kendo más paciente y comprensivo se mostró conmigo, Enric, y a quien en gran medida debo haber superado los primeros días de clase que para los neófitos son los más duros en el sentido que marcarán la "supervivencia" o el abandono de este estudio. Tal vez fuera por que mientras estaba en Barcelona entrenando en el Ryo Shin Kai trabajaba como profesor de instituto, tal vez por que nació docente (para ser un buen profesor no basta tener conocimiento y saber enseñar, también te ha de gustar enseñar y él reune las tres características) el caso es que merced a sus consejos y gracias a su cercanía, paciencia y apoyo a todos los que nos iniciábamos en el estudio del Kendo, muchos de los que empezamos en ese momento hemos continuado hasta hoy. Sin duda no fue el único que influyó, sería enormemente injusto con el Sensei y el resto de sempais y otegais, pero sí fue, mientras estuvo entrenando con nosotros antes de regresar a Valencia, una de las personas que más se dedicó en su momento a esa tropa de lechones que iniciaban sus atropellos y tropelías por el Dojo.
La vida del lechón en sus inicios es como sucede en la naturaleza una carrera de supervivencia, cada año nacen muchos - se inscriben - pero al acabar la temporada los que persisten son bastantes menos. Los primeros meses son claves para la supervivencia del lechón, uno es torpe, se siente torpe y se ve torpe ante si mismo y ante los demás. En esos primeros días casi ni nos atrevemos a mirar al Sensei (es algo casi bíblico, no soy digno de que entres en mi casa...) y los Sempais son un modelo que vemos inalcanzable pues si bien son 4 golpes básicos y uno puede pensar que habría de ser fácil y sin embargo, cuánto cuesta conseguir un buen men! Creo que durante la época que coincidimos en el Dojo no llegué a dar uno del cual pudiera sentirme orgulloso! (y como torpe perfeccionista que soy debo reconocer que aún me cuesta) El tiempo ha transcurrido, de hecho han pasado ya tres años desde que aparecí por primera vez en el Dojo con una camiseta de manga corta color verde y unos pantalones blancos del hospital. Que pasara de la camiseta al Bogu es en parte junto a la paciencia y enseñanzas de todos mis compañeros y maestros mérito de él. Gracias Enric y felicidades!

Para ver la noticia completa consultar aquí

2 comentarios:

  1. Ya han pasado tres años!!! El tiempo pasa volando. Suscribo lo que dices de Carrascosa. Saludos y hasta pronto

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  2. Si el tiempo pasa volando y nosotros seguimos empezando el estudio. A veces tengo la sensación que por muchos años que llevemos siempre estaremos en el inicio del camino. Mucho hemos andado desde los días de pantalón y camiseta, pero mucho más aún es lo que nos falta por andar. Correr una marathon es una heroicidad, correr 100 Km algo extraordinario, pero si el trayecto es de Cádiz a Vladivostok apenas lo hemos iniciado. Un poco es esa la sensación, pero en ningún caso es negativa, es un estímulo a seguir.

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