viernes, 8 de julio de 2011

Solo ante el peligro

Mi principal fuente bibliográfica sobre el mundo del cine me ha enviado un correo cuyo contenido comparto ligeramente editado para la lectura en el blog.
Si os cuento que High Noon (Fred Zinnemann, 1952) es una de las mejores peliculas del oeste, os encogereis de hombros con total indiferencia. Pero si os digo que, por una vez, cuando tradujeron el título al castellano en España dieron en el blanco con Solo ante el peligro, ya os va cambiado la cara.
Gary Cooper, (Will Kane, el sheriff del pueblo), se está casando con una Grace Kelly que no pega ni con cola en la película. Después de la boda el sheriff deja el cargo y la intención es irse con su flamante esposa a un rancho en un puelbo lejano, pero hete aquí que avisan de la llegada en el próximo tren de los malos de la película. Y resulta que uno de estos malos ha salido de la cárcel y viene a cargarse al sheriff puesto que, en su día, lo enchironó. El sheriff comienza a buscar ayuda en la gente del pueblo pero todos le dan la espalda, incluida su propia esposa. Sólo dos personas le ofrecen apoyo: un chaval de 15 años y la examante, pero el sheriff por disitintas razones, rechaza esta mínima ayuda y decide enfrentarse solo a los tres malhechores.
Los diálogos no son muy necesarios porque la interpretación de Gary Cooper es para no olvidarse de ella solo por sus gestos, su mirada, su movimientos. Es fácil entender el miedo, la duda de enfrentarse al deber o largarse en defensa propia. El ambiente agobiante de calor se refleja perferctamete gracias a Gary y a un montaje para no levantarse de la silla. Cada vez que aparece un reloj (por cierto, la película es en tiempo real) hace que el público también sude con el sheriff y sienta su mismo miedo.
El caso, y para no enrollarme más, es que el bueno mata al malo y se queda con chica, PERO, cuando se va, se quita la estrella de sheriff y la tira a los pies de la gente en uno de los gestos más orgullosos, despectivos y altaneros de la historia del cine. Esta escena, la del final, aunque seguro no es la mejor de la peli sí es mi favorita por su significado y por lo a gusto que se debió de quedar el sheriff al soltar el signo que de tan poco le había servido para conseguir colaboración ciudadana.



¿Cuántas veces no has/he/hemos tenido ganas de hacer el mismo gesto?

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