Estimados lechones hoy os presento una receta santa y apostólica, pero que os hará pecar de gula con lo cual paradójicamente os ganaréis el infierno. La tarta de Santiago. Esta delicia está elaborada básicamente con almendras pulverizadas, huevo y azúcar (nada de chocolate, avellanas y azúcar que eso es otro cantar). Se desconoce su origen, si bien es muy semejante a la Tarta de Elche, de la cual se diferencia en no incluir harina. Esta similitud y los ingredientes no permiten descartar que tal vez tuviera su origen en la invasión árabe. Paradójicamente a Santiago apóstol se lo conoce también por Santiago matamoros. No se sabe nada acerca del consumo de almendra en Galicia durante la Edad Media, pero sí que la carestía de este alimento lo convertía en un producto extremadamente caro y reservado a pocos. Y este comentario histórico viene al hilo de que la primera referencia que se tiene del consumo de la Tarta de Santiago como un postre elaborado a base de almendra, azúcar y huevos, procede del 1577 en el relatorio de una visita de Pedro de Porto (Portugal) a la Universidad de Santiago donde se describe un dulce de características prácticamente idénticas a la actual tarta de Santiago, aunque en esa época se conocía por "torta real" (otra indicación sobre la relación de la tarta con el lujo). Si bien, donde hay consenso es en que las primeras recetas fiables proceden del Cuaderno de Confitería de Luis Bartolomé de Leybar escrito entre 1835 y 1838 bajo el epígrafe de "Tarta de Almendra". Pero dejémonos de cháchara y vamos al turrón (en este caso a la tarta)
Material:
200 gr de almendras molidas
200 gr de azúcar
Ralladura de 1 limón
Canela, 1 cucharadita de café
Azúcar glas
Métodos:
Separamos las yemas de las claras y reservamos las últimas en un bol.
En otro bol mezclamos las yemas con el azúcar, la almendra molida (también llamada harina de almendra en algunos parajes), la ralladura de limón, la canela. Amasamos bien hasta obtener una masa homogénea
Batimos las claras a punto de nieve y las vamos añadiendo a la mezcla anterior con paciencia y cuidado para que no pierdan el aire y se vuelvan líquidas.
Vertimos a seguir la mezcla en un molde el cual hemos untado previamente con mantequilla y espolvoreado con harina para evitar que se nos enganche la torta al mismo
La dejamos enfriar a temperatura ambiente i finalmente la espolvoreamos con azúcar glas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario