domingo, 12 de diciembre de 2010

Kendopitecus en Andorra


He realizado un viaje relámpago a Andorra este fin de semana. Salí corriendo del trabajo, me subí al vehículo con motor de explosión a 4 tiempos y tracción a 4 ruedas y tomé camino al Pirineo. Cruzo puentes y túneles, atravieso bosques y sobrepaso ríos. Un bello viaje para hacerlo con tiempo y calma, pero a las 7:30 me esperaban en el auditorio así que apenas visiones fugaces de un hermoso paisaje. Doy la charla y tras la misma nos vamos de cena con los organizadores. Una delícia de velada. Por la mañana tras un repostaje obligatorio (tanto por tener el tanque del combustible casi vacio como por que la gasolina es más barata) me detengo en un super para comprar cuatro tonterías, pues ir a Andorra y no comprar nada es casi tan poco coherente como ir a misa y no comulgar, y retomo camino a casa. Llego un par de horas antes de la hora en la que salí el día anterior. Un viaje relámpago. Es lo que tiene viajar solo...

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