miércoles, 8 de septiembre de 2010

Entreno de sudor y tirones

La clase empieza a llenarse. La operación bikini acabada en julio permitió cuerpos esplendorosos en la playa, pero agazapada en el mes de agosto la operación tapas y cubatas causó estragos. Salvo el Rey Lechón que se ha cuidado y ha vuelto hecho un pincel la mayoría arrastramos unos kilos de más en nuestras panzas. Estamos acabando el verano pero ni por esas. Calor sofocante + equipo + entreno inteso + molicie veraniega = mareo Es una ecuación que no falla. Ya me gustaría ver como la formularía Fermat.
Unos gi-geikos con varios Dan, entre ellos el Sempai Óscar. Me da miedo q un día pierda la paciencia conmigo, por q mira q me intenta corrigir mis errores pero es aquello que mi torpeza es más veloz y cuando intento mejorar un aspecto (kamae, kiai, fumikomi,...), otro de ellos va y me sale peor. Paciencia! Que voluntad no falta. También un par de gi-geikos con lechones. Uno con el patriarca de la fraternidad y otro con otro lechón. Del primer duelo lechonil resumir que fue un intercambio noble de golpes hasta que el cuadríceps de Kendolechón dijo basta. Del último combate no quisiera extenderme ya que no disfruté casi nada pues el contrincante iba a buscar permanentemente el contacto y el taiatari y no dejaba practicar un buen kendo. Era todo como poco elegante. Tal vez llegará a ser un muy buen competidor, no tengo duda, pero creo que con ese modo de practica en un gi-geiko nuestro kendo no puede progresar adecuadamente. Yo al menos no tengo sensación de haber mejorado mi kendo tras ese combate. O tal vez si, pues uno debe saber adaptarse al contrincante y buscar soluciones. Cuando dos andan en un gi-geiko y algo va mal, tanto el problema como la solución se hallan en los dos. Ospa! no esperaba acabar así este post pero me ha salido un poco Zen

4 comentarios:

  1. Si no estas a gusto, y el kumite no va bien, quizá saludar cortesmente y retirarse sea tambien una opción.

    ResponderEliminar
  2. Si, lo pensé en más de una ocasión pero me pareció que tal vez no era lo oportuno en ese momento y al acabar la clase lo comenté con él. Para futuras ocasiones ya me sentiré más libre de solicitar finalizar el gi-geiko.

    ResponderEliminar
  3. Wahaha, y aún me duele. Coincido con Jan, quizás lo mejor es retirarse cortesmente.
    Saludos.

    ResponderEliminar